Sanciones y cruce político tras el suspendido Independiente vs U de Chile

Conmebol evalúa sanciones mientras Bullrich y el gobierno bonaerense se cruzan por la seguridad

Tras la suspensión del partido en Avellaneda, Conmebol prepara sanciones y el caso escala con acusaciones cruzadas entre Nación y provincia

El partido entre Independiente y Universidad de Chile por los octavos de final de la Copa Sudamericana fue cancelado después de incidentes violentos en las tribunas que obligaron a detener el encuentro a los pocos minutos del segundo tiempo. La decisión de suspender el juego estuvo acompañada por un comunicado de Conmebol quien oficializó la cancelación y adelantó que el caso pasará a la Comisión Disciplinaria para definir las sanciones correspondientes.

Desde Conmebol señalaron que el duelo quedó cancelado "en función a la falta de garantías de seguridad por parte del club local y de las autoridades locales de seguridad". La notificación fue similar a la utilizada en abril de este mismo año, cuando el partido entre Colo Colo y Fortaleza de Brasil por Copa Libertadores terminó suspendido tras la muerte de dos menores en las inmediaciones del estadio Monumental en Santiago. En esa ocasión, la sanción incluyó derrota administrativa por 0-3, multa económica y la prohibición de disputar cinco partidos internacionales con público.

La definición del caso se centra ahora en la responsabilidad que recae sobre Independiente como club organizador. Según Conmebol, la seguridad de los encuentros internacionales corresponde siempre al anfitrión, lo que podría traducirse en una sanción más severa para el equipo argentino. Las medidas posibles abarcan desde la pérdida de puntos hasta la restricción de público en futuros partidos, además de multas económicas.

En paralelo, el cruce político entre el gobierno nacional y la administración de la provincia de Buenos Aires dominó la agenda tras los hechos ocurridos en Avellaneda. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, aseguró en la red social X: "Lo de ayer en Independiente fue una tragedia. El gobierno de la provincia de Buenos Aires dejó que la violencia se adueñe de la cancha porque les da miedo hacer intervenir a la Policía para recuperar el orden".

La funcionaria agregó: "Se olvidaron de cuidar a las familias y a los hinchas de bien, conviven con los barras y sus negocios. Recuperamos el orden una vez y ahora vamos a hacer lo mismo con los barras bravas, sean de donde sean". En el mismo mensaje concluyó: "El inútil de Kicillof se saca fotos con Tapia para la vuelta de las dos hinchadas por puro show electoral, pero es evidente que no puede garantizar la seguridad ni cuidar a la gente".

Javier Alonso, ministro de seguridad bonaerense, recogió el guante y le respondió a la ministra: "Bullrich siempre miente. Nuevamente, en modo campaña, la ministra y candidata miente. Conmebol y FIFA determinan desde hace años los partidos con hinchadas visitantes, desconoce la aplicación de cualquier tipo de reglamento".

Alonso añadió que la seguridad dentro del estadio "depende solamente del organizador del partido". De esta forma, trasladó la responsabilidad a Independiente y a Conmebol, distanciando al gobierno provincial del operativo.

Finalmente, Independiente emitió un comunicado oficial en el que aseguró: "según imágenes difundidas, reportes oficiales y partes policiales, los incidentes se iniciaron en el sector visitante". De todas maneras reconoció que después "se produjeron agresiones inaceptables por parte de grupos locales". La decisión final sobre sanciones recaerá en la Comisión Disciplinaria de Conmebol en Asunción.