Estados Unidos retira certificación antidrogas a Colombia por incumplimiento de compromisos, manteniendo solo cooperación estratégica limitada
La certificación antidrogas fue retirada a Colombia por parte de Estados Unidos al considerar que el país no cumplió de manera demostrable sus compromisos internacionales en la lucha contra el narcotráfico. La decisión fue oficializada el 15 de septiembre por el Departamento de Estado e incluyó a Colombia en un listado junto a otras cuatro naciones que, según Washington, "incumplieron manifiestamente" sus obligaciones.
El presidente Gustavo Petro confirmó la medida durante una sesión del Consejo de Ministros transmitida por televisión. "Voy a anunciar hoy, y que es que los Estados Unidos nos descertifican, después de decenas de muertes de policías, sobre todo de soldados, de gente común, tratando de impedir que les llegue la cocaína", declaró el mandatario, sin ampliar detalles sobre el documento estadounidense.
La certificación es una evaluación anual que Estados Unidos aplica desde 1986 a países identificados como productores o puntos de tránsito de drogas ilícitas. Colombia, principal productor mundial de cocaína, había mantenido esta certificación durante décadas, accediendo a una cooperación económica que rondaba los 380 millones de dólares anuales para programas de seguridad y desarrollo rural.
Desde Washington, el Departamento de Estado informó en un comunicado oficial que la cooperación con Colombia continuará "por considerarse de interés estratégico", a pesar de la descertificación. Sin embargo, la inclusión en el grupo de países que no cumplieron con sus compromisos generó una ola de reacciones políticas dentro del país.
El expresidente Ernesto Samper, quien enfrentó una descertificación similar en 1996, comentó: "Colombia ya pasó por una descertificación y puedo asegurar que no es el fin del mundo. Al contrario, nos ofrece la oportunidad de volver a mostrar internacionalmente los altos costos económicos, sociales e institucionales que hemos pagado por un problema que no es solo nuestro".
Otras voces expresaron preocupación por el impacto diplomático y económico de la medida. El exsenador Roy Barreras publicó: "Lo he dicho, la desertificación, un error y una injusticia. El problema del narcotráfico es de corresponsabilidad común y compartida. Le hacen daño a Colombia entera, pero también afecta a los Estados Unidos, rectifiquen".
Frente a la descertificación, el presidente Petro afirmó: "Se acaba la dependencia del Ejército de Colombia y de sus Fuerzas Militares del armamento de los Estados Unidos. No más limosnas ni regalos. Ya descertificaron, ya esa es la decisión. Al Ejército de Colombia le va mejor si compra sus armas o las hace con nuestros recursos propios, porque si no, no será un Ejército de la soberanía nacional".
En el ámbito internacional, la diplomática Laura Sarabia envió un mensaje institucional desde Londres: "Colombia reafirma su compromiso en la lucha contra el narcotráfico. Hemos entregado miles de vidas a esta guerra. Con Estados Unidos compartimos más de 200 años de historia: que la diplomacia guíe este nuevo desafío".
Colombia había reportado más de 264 mil hectáreas de cultivos de coca antes del anuncio, una cifra que influye en las evaluaciones estadounidenses. Aunque no se aplican sanciones automáticas, expertos señalan posibles efectos en la imagen del país, acceso a financiamiento y cooperación internacional.