¿Argentina depende ahora de la confianza de Trump?

Mensajes desde Estados Unidos reactivaron los mercados y evidenciaron la debilidad estructural de la economía argentina

Cambios abruptos en los mercados argentinos tras mensajes desde Estados Unidos plantean dudas sobre la autonomía económica del país

Un mensaje del secretario del Tesoro de Estados Unidos y una publicación de Donald Trump en redes sociales bastaron para revertir los mercados financieros argentinos. La reacción inmediata del dólar, los bonos y el riesgo país dejó expuesta la extrema sensibilidad de la economía nacional a señales externas, en medio de una creciente incertidumbre política y económica.

El episodio ocurrió tras las elecciones legislativas de la provincia de Buenos Aires, donde el oficialismo fue derrotado por un amplio margen. Al día siguiente, el dólar informal había superado el techo de 1.474 pesos y el riesgo país alcanzó los 1.500 puntos básicos. Sin embargo, un mensaje de Scott Bessent, secretario del Tesoro de Estados Unidos, donde afirmó que su país está dispuesto a ejercer "todas las opciones para la estabilización del país", provocó una fuerte recuperación de los activos argentinos.

Donald Trump también expresó su respaldo al presidente Javier Milei a través de la red Truth Social. En su publicación escribió: "Javier Milei es un muy buen amigo, luchador y GANADOR, y tiene mi respaldo completo y total para la reelección como presidente — ¡Nunca los defraudará!". En el mismo mensaje, aseguró que Milei "heredó un ‘desastre total’ con una inflación horrible" y elogió su liderazgo al afirmar que "ha devuelto la estabilidad a la economía de Argentina y la elevó a un nuevo nivel de prominencia y respeto".

Ambos mensajes coincidieron con una reunión entre Milei y Trump en la sede de Naciones Unidas en Nueva York el 23 de septiembre. Los líderes dialogaron durante veinte minutos sobre un posible préstamo de magnitud, destinado a afrontar vencimientos de deuda soberana en los próximos quince meses y reforzar las reservas del Banco Central.

Las declaraciones desde Estados Unidos actuaron como catalizador de una reversión financiera inmediata. El dólar retrocedió 140 pesos en un solo día, los bonos argentinos recuperaron valor y el riesgo país cayó hasta los 1.140 puntos básicos, lo que representa una reducción superior al 20% respecto al máximo alcanzado horas antes.

Este fenómeno evidenció, para diversos analistas y medios internacionales, una profunda dependencia de la economía argentina respecto a señales externas. En las semanas previas, el Banco Central había intervenido con más de 1.100 millones de dólares para contener la caída del peso, en un contexto de escasez de reservas líquidas. Según estimaciones del Fondo Monetario Internacional, las reservas netas reales rondan los 4.700 millones de dólares, mientras que otras mediciones sugieren que serían incluso negativas.

Además, el Gobierno argentino anunció medidas extraordinarias para incentivar la liquidación de exportaciones y obtener divisas. Entre ellas se incluyó la suspensión temporal de impuestos a las exportaciones del sector agrícola. Esta decisión fue interpretada como un intento por fortalecer la capacidad del Banco Central para enfrentar la presión cambiaria antes de las elecciones legislativas nacionales del próximo 26 de octubre.

En este contexto, la influencia directa de un respaldo político y financiero desde Estados Unidos generó una respuesta de los mercados más potente que cualquier anuncio interno. La velocidad y magnitud de esta reacción reavivaron el debate sobre la autonomía económica del país y la sostenibilidad del actual esquema financiero frente a eventuales escenarios de crisis.