La calificadora cuestionó la credibilidad de las proyecciones fiscales oficiales y advirtió presiones crecientes por gasto social y contexto electoral
Analistas de Moody’s Ratings señalaron que las metas fiscales del gobierno mexicano enfrentan crecientes cuestionamientos debido al contexto político y las presiones de gasto, lo que eleva el riesgo de una eventual rebaja en la calificación soberana durante 2026. La evaluación fue compartida el 25 de septiembre de 2025 durante una conferencia de prensa con medios de comunicación en la que participó NotiPress.
La agencia advirtió que el actual deterioro fiscal, acentuado en 2024 por apoyos a Pemex y transferencias sociales, podría extenderse si no se concreta un ajuste estructural. Renzo Merino, analista principal para México, subrayó que "el nivel del déficit para nosotros es importante porque […] todavía nos dicen que la deuda va a seguir subiendo".
Moody’s confirmó que evaluará los precriterios fiscales del 2026, a publicarse entre marzo y abril de 2026. El analista explicó que será necesario verificar si el déficit converge hacia niveles sostenibles. "La única otra alternativa que podría tener cualquier gobierno sería considerar aumentar los ingresos".
Los especialistas reconocieron que, aunque el paquete económico para 2025 incluye medidas de recaudación, no constituye una reforma fiscal. Esta ausencia, sumada al crecimiento del gasto rígido por programas sociales y pensiones, incrementa la incertidumbre sobre el cumplimiento de las metas planteadas. "Muchos de los programas sociales ya no son focalizados […] eso implica que hay más gastos para más personas que quizás no necesiten ciertas transferencias".
A pesar del respaldo institucional que representa la independencia del Banco de México, Moody’s destacó que el manejo fiscal actual marca un posible quiebre respecto a años anteriores. "Históricamente los déficits de México estaban entre 2 y 3% del PIB. Si la nueva referencia es más de 3%, es un cambio importante".
El panorama se complica por el calendario electoral y el relevo en la administración pública. Aunque la calificadora evitó emitir juicios sobre políticas específicas, señaló que la falta de claridad en el ajuste fiscal puede afectar las expectativas de los mercados. El Plan México, iniciativa anunciada a inicios de 2025, fue considerado insuficientemente detallado para incorporarse en las proyecciones de crecimiento económico.
El nivel actual de la deuda se ubica en 100 billones de pesos y se proyecta que disminuya solo si no se contrae deuda de corto plazo adicional. No obstante, los analistas advirtieron que, de mantenerse el ritmo de gasto y sin cambios estructurales, las métricas podrían seguir deteriorándose.
Con base en los criterios vigentes, Moody’s determinará si México conserva su actual calificación con perspectiva negativa o si procede una rebaja hacia mediados de 2026. El resultado dependerá de las decisiones fiscales que adopte el nuevo gobierno y la respuesta institucional ante los retos de consolidación.