Deuda mundial alcanza récord de 338 billones de dólares en el segundo trimestre 2025

El IIF reporta un incremento de 21 billones en seis meses y advierte presión en mercados emergentes

La deuda mundial llegó a 337.7 billones de dólares en el segundo trimestre de 2025, según el Instituto de Finanzas Internacionales

La deuda mundial alcanzó un máximo histórico de 337.7 billones de dólares al cierre del segundo trimestre de 2025, según el informe trimestral del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF) publicado este 25 de septiembre. El aumento, de más de 21 billones de dólares en solo seis meses, se atribuyó al alivio de las condiciones financieras globales, la debilidad del dólar y políticas monetarias más expansivas por parte de los principales bancos centrales.

El IIF subrayó que "la magnitud de este aumento fue comparable a la registrada en el segundo semestre de 2020, cuando las respuestas monetarias relacionadas con la pandemia provocaron un incremento sin precedentes de la deuda mundial".

Entre los países con mayores incrementos en términos de dólares destacan China, Francia, Estados Unidos, Alemania, Reino Unido y Japón. Parte del crecimiento se explicó por la depreciación del dólar estadounidense, que perdió 9.75% frente a una canasta de sus principales socios comerciales en lo que va del año.

En cuanto a la relación deuda/Producto Interno Bruto (PIB), los mayores incrementos se observaron en Canadá, China, Arabia Saudita y Polonia, mientras que disminuyó en Irlanda, Japón y Noruega. El ratio global se ubicó apenas por encima del 324%, aunque en los mercados emergentes alcanzó un nuevo récord de 242.4%.

La deuda total de los mercados emergentes creció 3.4 billones de dólares en el segundo trimestre, hasta superar los 109 billones. De acuerdo con el IIF, estas economías enfrentan vencimientos por casi 3.2 billones de dólares en bonos y préstamos durante lo que resta de 2025.

El informe también señaló preocupación sobre el pasivo estadounidense. Actualmente, el endeudamiento a corto plazo representa alrededor del 20% de la deuda pública total y cerca del 80% de la emisión del Tesoro, lo que genera riesgos adicionales para la sostenibilidad financiera.