Villarruel e Insfrán compartieron un acto en Formosa que reaviva viejas divisiones políticas y suma presión al delicado escenario del Gobierno
La conmemoración del Día del Héroe Formoseño dejó este domingo 5 de octubre una postal inesperada. la vicepresidenta Victoria Villarruel y el gobernador Gildo Insfrán compartieron el palco principal en un acto oficial por el 50° aniversario de la defensa del Regimiento de Infantería Monte 29. La imagen, difundida por el propio mandatario provincial en sus redes sociales, encendió el debate político por la coincidencia entre dos dirigentes ubicados en extremos opuestos del mapa ideológico argentino.
Gildo Insfrán gobierna Formosa desde 1999 y es uno de los referentes más veteranos y poderosos del kirchnerismo. Durante más de dos décadas consolidó un control político casi absoluto en la provincia, alineado con los gobiernos peronistas y manteniendo distancia de las gestiones nacionales no peronistas. En los últimos años se convirtió en una de las figuras más críticas de la Casa Rosada, al punto de ser identificado como uno de los principales opositores internos al Ejecutivo nacional.
La participación de Insfrán en un acto con Villarruel resultó llamativa, ya que el kirchnerismo históricamente evita conmemoraciones relacionadas con los ataques de Montoneros, grupo armado responsable del asalto al regimiento formoseño en 1975. El evento, de alto contenido simbólico, suele ser encabezado por familiares de las víctimas y sectores vinculados a las fuerzas armadas, ámbitos que rara vez comparten espacio con el kirchnerismo.
Durante la ceremonia, Insfrán rindió homenaje a los caídos al afirmar: "Nuestro más sentido homenaje a los soldados y policías que participaron de aquella jornada, ofrendando su vida en cumplimiento del deber". Villarruel, en tanto, expresó: "Un domingo como hoy, caluroso y quieto, el odio derramó la sangre de 13 jóvenes uniformados, que pasaron a la inmortalidad defendiendo su bandera, su regimiento, su casa, nuestra patria".
La vicepresidenta agregó: "mi presencia en Formosa busca rendir homenaje, reclamar el lugar en la historia que nuestros soldados formoseños merecen y pedirle al pueblo argentino que hagamos el esfuerzo de unirnos". Su discurso se interpretó como un llamado a la unidad nacional, aunque el contexto político amplificó la lectura de fondo: un gesto de Villarruel en medio de la creciente distancia con el presidente Javier Milei, con quien no mantiene diálogo fluido desde hace meses.
El acto se desarrolló en la misma jornada en que José Luis Espert presentó su renuncia a la candidatura dentro del oficialismo, un hecho que agudizó la crisis interna del Ejecutivo. La coincidencia temporal de ambos episodios sumó tensión al escenario político, mientras la figura de Villarruel sigue ganando protagonismo institucional y mediático.
La ceremonia concluyó con un desfile cívico-militar y un minuto de silencio en homenaje a los caídos. Más allá de la solemnidad del acto, la escena de Villarruel e Insfrán compartiendo tribuna reconfigura las líneas tradicionales de enfrentamiento político en Argentina. Además, deja abierta una incógnita sobre sus efectos en la dinámica entre la Casa Rosada, el Senado y los gobiernos provinciales.