Regimen venezolano admite la muerte de Alfredo Díaz tras un año detenido en El Helicoide

Organizaciones denuncian represión sistemática y responsabilizan al Estado por la muerte del opositor

Alfredo Díaz murió bajo custodia en Venezuela; opositores y organismos exigen una investigación imparcial por presunta negligencia médica

El dirigente opositor venezolano Alfredo Javier Díaz falleció el sábado 6 de diciembre de 2025 bajo custodia del Estado, tras permanecer más de un año detenido por cargos de "terrorismo" e "instigación al odio". Díaz, de 56 años, fue arrestado en noviembre de 2024 en el contexto de la crisis poselectoral surgida tras los comicios presidenciales que otorgaron un tercer mandato a Nicolás Maduro, calificado como un fraude ante las instituciones internacionales.

Según el Ministerio para el Servicio Penitenciario, Díaz presentó síntomas compatibles con un infarto agudo de miocardio a las 06:33 horas y fue trasladado al Hospital Clínico Universitario, donde falleció minutos después. El comunicado oficial aseguró que el exgobernador "estaba siendo procesado, con plena garantía de sus derechos, de acuerdo al ordenamiento jurídico y al respeto de los derechos humanos y su defensa jurídica".

Sin embargo, su familia sostiene una versión diferente. Daliannys Díaz, hija del exgobernador del estado Nueva Esparta (2017-2021), denunció en redes sociales que su padre sufría desde antes de su detención problemas de salud que fueron ignorados por las autoridades penitenciarias. Afirmó que durante su reclusión presentó episodios de desmayos, dolores en el pecho, falta de oxígeno y convulsiones sin recibir tratamiento adecuado.

La muerte de Díaz provocó una ola de condenas internacionales. La Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de Estados Unidos afirmó en X que su fallecimiento "es otro recordatorio de la vil naturaleza del régimen criminal de Maduro". El mensaje responsabilizó directamente al gobierno venezolano, señalando además que Díaz estaba detenido en El Helicoide, identificado como el centro de tortura más severo del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin).

Por su parte, líderes opositores como María Corina Machado y Edmundo González Urrutia denunciaron un "patrón sostenido de represión estatal", señalando prácticas como la negación de atención médica, torturas, aislamiento y tratos degradantes. Según el comunicado, Díaz se convirtió en el séptimo preso político fallecido desde las elecciones del 28 de julio de 2024.

"Muere en prisión nuestro compañero de lucha Alfredo Díaz, una nueva víctima del régimen criminal de Maduro. Nuestra fuerza y oraciones para sus familiares y amigos. Venezuela los acompaña en su profundo dolor", afirmó Corina Machado en redes.

Organizaciones como la ONG venezolana Foro Penal también se pronunciaron. Su director, Alfredo Romero, indicó que desde 2014 han muerto 17 presos políticos bajo custodia estatal. El vicepresidente de la entidad, Gonzalo Himiob, declaró a AFP que la muerte de Díaz "debe ser investigada de manera objetiva e imparcial". Según cifras actualizadas del organismo, actualmente hay al menos 887 personas privadas de libertad por razones políticas en Venezuela.

Durante su detención, Díaz solo recibió una visita familiar, denunció Foro Penal. La organización también reportó que el proceso judicial permanecía estancado, con defensores públicos impuestos en lugar de los abogados designados por sus allegados.

Díaz exigía la publicación de los resultados detallados de las elecciones de 2024 y había denunciado irregularidades en la prestación de servicios básicos en Nueva Esparta, lo que, según denuncia la oposición, motivó su detención en un intento por sofocar la disidencia antes de la toma de posesión de Maduro.