Petro se aleja de Maduro y niega apoyo a una alianza militar binacional

Negó respaldo a una alianza militar con Maduro y cuestionó la legitimidad de las elecciones en Venezuela

En medio de acusaciones cruzadas y amenazas de intervención, Petro redefine su posición frente al chavismo y al papel de Colombia en la región

Gustavo Petro se distanció públicamente de Nicolás Maduro al rechazar la posibilidad de una alianza militar entre Colombia y Venezuela. La declaración del mandatario colombiano responde al llamado de Maduro ante una posible intervención de Estados Unidos y marca un punto de inflexión bilateral.

Durante una rueda de prensa en la Casa de Nariño el 18 de diciembre, Petro afirmó: "La única manera para que Panamá, Ecuador, Colombia y Venezuela vuelvan a estar juntas, es con el poder constituyente y la soberanía popular. Mientras eso no pase, nadie va a poder dar órdenes al otro ejército". Estas palabras respondieron al mensaje de Maduro, quien había convocado a una "unión perfecta" entre las fuerzas militares de ambos países frente a lo que calificó como amenazas del "imperio estadounidense".

El jefe de Estado colombiano fue categórico al rechazar esa idea. "Yo no puedo ordenarle al Ejército de Venezuela, ni allá pueden dar órdenes al Ejército de Colombia", señaló, y advirtió que "la única organización armada binacional integrada por venezolanos y colombianos se llama ELN (Ejército de Liberación Nacional), y el Eln se dedicó a traquetear cocaína y a matar campesinos".

Desde el Gobierno colombiano se advirtió que el ELN constituye un desafío para ambas naciones. "El Eln es un enemigo de Colombia y Venezuela, y es un enemigo de Latinoamérica. Si dejase las armas, dejaría de serlo", indicó, recordando además que había solicitado apoyo militar venezolano para frenar sus acciones, sin resultados. "Tema que se perdió en la actual coyuntura, el Eln decidió entrar con ‘Pablito’ al Catatumbo y matar a 200 campesinos", afirmó.

El presidente colombiano también cuestionó la eficacia de las operaciones antinarcóticos de Estados Unidos, defendiendo su propia política frente al narcotráfico. "Estamos a punto de llegar a 1.000 toneladas de cocaína incautadas este año, sin matar a nadie. Demuéstrenme una eficiencia igual en otra parte del mundo", subrayó, al tiempo que criticó el uso de ataques con misiles a embarcaciones que presuntamente transportan drogas.

La respuesta a Maduro también incluyó una aclaración sobre su postura frente al régimen venezolano. Consultado sobre un posible respaldo, Petro expresó: "Yo tengo una inmensa duda sobre las elecciones venezolanas últimas y lo dije públicamente. Yo no fui a la posesión (de Maduro), otros países latinoamericanos tampoco", asegurando que no reconoció formalmente al actual gobierno de Venezuela.

Estas declaraciones refuerzan una posición que Petro ya había dejado entrever el 16 de diciembre, cuando escribió en su cuenta oficial de X: "Maduro es dictador por concentrar poderes, pero no hay ninguna evidencia en Colombia de que sea narco, esa es una narrativa de los EEUU".

Pese a sus críticas, el mandatario colombiano dejó claro que se opone a una intervención armada extranjera. "Una cosa es la dictadura y otra cosa es la invasión. La invasión es peor, yo no apoyo una dictadura, apoyo una salida política negociada y pacífica, exclusivamente entre las fuerzas de Venezuela y de su pueblo" concluyó.

La postura de Petro se da en un momento de tensiones diplomáticas con Washington, tras recientes declaraciones de Donald Trump, quien acusó a Colombia de fabricar cocaína. En paralelo, el presidente colombiano enfrenta altos niveles de desaprobación interna, lo que podría explicar parte del cambio discursivo frente a su homólogo venezolano.