El peronismo, en un momento crítico

Disputas internas, liderazgos enfrentados y un llamado a reinventarse exponen la fragilidad del peronismo ante un escenario político adverso

Mientras Milei lidera en popularidad, el peronismo enfrenta rupturas clave entre sus referentes y busca redefinir su rol en el mapa político argentino

Las crecientes señales de desgaste en el peronismo ya no pueden disimularse más. Las fisuras internas, expuestas en disputas públicas y estratégicas, delinean un momento crítico para el movimiento político encargado de dominar buena parte de la historia argentina reciente. Las tensiones no solo reflejan diferencias ideológicas o tácticas, sino un desorden estructural que amenaza con vaciar de cohesión a un espacio que aún busca su lugar frente a un oficialismo con respaldo sostenido.

Axel Kicillof, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, encabezó el 22 de diciembre un acto en Ensenada con el Movimiento Derecho al Futuro (MDF), plataforma desde la cual intenta proyectarse más allá del peronismo bonaerense. "Este movimiento nació desde el peronismo, pero tenemos claro que no alcanza solo con el peronismo ni con la provincia de Buenos Aires", expresó ante 1500 militantes. En su discurso, reiteró la necesidad de crear una "alternativa nacional para sacar adelante a la Argentina", deslizando una crítica implícita a las estructuras partidarias existentes.

Días previos, en la localidad de Malvinas Argentinas, Máximo Kirchner encabezó un encuentro del Partido Justicialista bonaerense con un mensaje que no pasó inadvertido. Llevó una remera con la frase: "Juegan a primero yo, y después también yo", tomada de una canción de El Indio Solari. Para varios dirigentes presentes, se trató de una alusión directa a Kicillof, en plena puja por el liderazgo partidario y el control del PJ bonaerense, cuyos mandatos vencen en marzo próximo.

La fractura no se limita a esos dos polos. En Quilmes, la aprobación de una ordenanza para implementar el estacionamiento medido desató un conflicto entre sectores vinculados a Juan Grabois y a la intendenta en uso de licencia, Mayra Mendoza. Las protestas derivaron en incidentes y represión policial. En redes sociales, Grabois escribió: "Aclaro que la interna entre La Cámpora y el MDF me la paso por las bolas, pero cuando la soberbia política deriva en la clausura del diálogo social en un contexto de hambruna se cruza una línea roja".

Mendoza respondió con dureza mediante un audio que se filtró posteriormente: "Me faltás el respeto. No sé quién te creés que sos, porque lo que estás representando es lo que no se necesita en la comunidad". Lo que en otros tiempos funcionó como una alianza pragmática bajo el paraguas de Cristina Kirchner, hoy se resquebraja frente a la falta de conducción clara y un horizonte estratégico compartido.

En este escenario fragmentado, el presidente Javier Milei aparece con una imagen positiva del 48,3%, según datos de CB Consultora. Se posiciona como el mandatario con mayor aprobación en Sudamérica, por encima de Luiz Inácio Lula da Silva y Rodrigo Paz. El contraste entre una oposición desorganizada y un oficialismo con alta visibilidad plantea un desafío de fondo: cómo reconstruir un espacio político que funcione como alternativa coherente y eficaz.

Frente a una crisis interna de liderazgo, el peronismo atraviesa un proceso de redefinición con rumbo aún incierto. Kicillof busca ensanchar su base política con un mensaje que interpela a otros sectores, mientras persisten los ruidos internos y las diferencias estratégicas. El desenlace de estas tensiones marcará no solo el futuro del movimiento, sino su viabilidad como fuerza nacional articulada.