Empresas exportadoras del sector agroindustrial se diferencian al gestionar la calidad de sus productos y estandarización de los procesos productivos
El sector agrícola exportador enfrenta importantes retos empresariales a la hora de colocar sus productos en el mercado internacional. La gestión de la calidad se convierte en una herramienta aliada y un diferenciador a la hora de mostrarse al mundo. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) identifica en la exportación de productos agrícolas orgánicos el requerimiento de normas que deben certificarse. Asimismo, la FAO señala que las regulaciones de los gobiernos tienen la responsabilidad de velar por los métodos de producción orgánicos y sus etiquetas. "Esto implica que las regulaciones gubernamentales pueden complementarse con sellos de calidad privados basados en estándares orgánicos privados", agrega la organización.
Según el estudio "European Review of Agricultural Economics" publicado en noviembre de 2020, la calidad en el sector agrícola es "cualquier atributo que aumenta la demanda del consumidor además del precio". Al respecto, NotiPress consultó a la firma Albaugh México, fabricante de productos fitosanitarios y de protección de cultivos, sobre cómo impacta un sistema de calidad en las operaciones de exportación de productos agrícolas.
En entrevista, Héctor Serrato, gerente de planta de Albaugh, señaló, la certificación de la calidad "es una herramienta fundamental para ponerle orden a los procesos productivos". La filial mexicana exporta el 84% de sus productos, siendo el hidróxido de cobre uno de los principales. La firma con sede en Estados Unidos es propietaria de la tecnología HiBIO, misma que se exporta principalmente a la Unión Europea, un mercado particularmente exigente en asuntos de calidad. La empresa ganó en 2018 el Premio a la Competitividad en Chihuahua, basado en el Modelo Nacional de Calidad que impulsa la Secretaría de Economía (SE) de México.
Albaugh México se convirtió en una referencia para otras filiales de la multinacional a la hora de adoptar mejores prácticas orientadas a procesos y calidad de productos. Raúl Salazar, gerente de calidad, compartió en entrevista, la subsidiaria de Brasil ha visitado en varias ocasiones la planta de Chihuahua en México para "aprender" cómo lo hace el equipo mexicano y llevar las mejores prácticas al país sudamericano. También desde Saint Joseph, Missouri en Estados Unidos, visitan a México para adoptar las mejores prácticas, pese a que gestionan otros productos diferentes a la filial mexicana.
La calidad y mejores prácticas son un distintivo para las empresas del sector agrícola, ya sea que exporten o produzcan para el mercado local. Al respecto, José Luis Pérez Vázquez Aldana, presidente ejecutivo de la Federación Mexicana de Palma de Aceite (FEMEXPALMA), reveló en entrevista, la institución impulsa la comunicación con los consumidores y productores con el propósito de promover una producción sostenible de aceite de palma. En esta línea, Francisco Naranjo, director en América Latina de la Mesa Redonda sobre el Aceite de Palma Sostenible (RSPO, en inglés) señaló, la certificación que otorga la organización presente en 94 países y con sede en Malasia, "crea un alto grado de certeza en el producto generando una excelente herramienta que permita saber a los consumidores lo que están adquiriendo".
Para la firma de productos de protección de cultivos, la gestión de la calidad permitió que se propusieran el objetivo para 2021 de alcanzar la producción de los tres años anteriores. Si bien la multinacional tiene un perfil histórico exportador, "la empresa tiene planes para equilibrar la oferta del mercado local con relación a las exportaciones", declaró Julián Montes, director general de Albaugh México. Con esto, buscan llevar las mejores prácticas en términos de calidad al sector agrícola, habiendo contribuido mediante la exportación a diferenciarse en el mercado internacional a partir de la calidad. Cabe señala