Bogotá,
Noelia Acuña
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) reveló algunos datos clave sobre la situación de desigualdad en Colombia durante el 2023. Según el informe, aproximadamente 1 millón 600 mil colombianos lograron salir de la línea de pobreza, marcando un hito positivo en términos de inclusión económica.
Sin embargo, el coeficiente de Gini, mide la distribución de ingresos y es un indicador crucial de la desigualdad social, cerró el 2023 en 0,546 puntos, continuando una tendencia a la baja que se mantuvo en los tres años recientes. En las áreas urbanas, el coeficiente promedio fue de 0,528 puntos, mientras en zonas rurales fue inferior, con 0,477 puntos.
Este contraste subraya una realidad preocupante: la desigualdad social se hace más evidente en los centros urbanos del país. Entre las capitales colombianas, Bogotá encabeza la lista con un coeficiente de 0,530 puntos, seguida de cerca por Cartagena y Riohacha, ambas con 0,526 puntos. En contraste, ciudades como Pereira (0,447), Cúcuta (0,458) y Manizales (0,460) tienen los coeficientes más bajos, reflejando una distribución de ingresos más equitativa.
Destacando las variaciones internas, Ibagué mostró la mayor reducción en su coeficiente con -0,034 puntos, mientras Neiva experimentó el mayor repunte con un aumento de 0,031 puntos. Solo seis de las 23 ciudades y áreas metropolitanas analizadas tuvieron incrementos en sus coeficientes. Entre ellas Valledupar, Riohacha, Montería, Bucaramanga y Armenia, además de la capital del Huila.
Por otro lado, el presidente Gustavo Petro señaló a Colombia como el país más desigual del mundo, argumentando que el alto coeficiente de Bogotá refleja una inequidad extrema a nivel global. El coeficiente de Gini calcula la distribución de ingresos dentro de un hogar promedio de cuatro personas, proporcionando un puntaje que varía de cero a 100. Un puntaje bajo indica una distribución más equitativa de ingresos, mientras un puntaje alto refleja una mayor desigualdad.
Al mismo tiempo, Giovanni Reyes, profesor e investigador de la Universidad del Rosario, advirtió que el coeficiente de Gini debe interpretarse en contexto con otros factores socioeconómicos como la pobreza y el PIB per cápita. En contraposición, Adrián Garlati, economista y docente de la Universidad Javeriana, indicó «en un escenario ideal, todos tendrían ingresos proporcionales a su contribución económica. El coeficiente de Gini revela qué tan lejos estamos de ese ideal».
Otros países también experimentan desigualdades marcadas, aunque las mediciones pueden variar debido a diferentes métodos de cálculo y disponibilidad de datos actualizados. En un contexto pospandemia, el coeficiente de Gini muestra signos de recuperación, y sugieren una mejora en la economía familiar tras los impactos negativos de Covid-19.