Bogotá,
Francisco Vicario
Crédito foto: Captura de video
El Clan del Golfo, conocido como la mayor organización de narcotráfico en Colombia, emitió una respuesta desafiante al ultimátum lanzado por el presidente Gustavo Petro, reconfigurándose como un "ejército" en una clara escalada de su postura ante el Gobierno. En un video publicado, sin mencionar directamente al mandatario, la organización se presenta ahora como el Ejército Gaitanista, marcando una ruptura con su anterior denominación de Autodefensas Gaitanistas de Colombia. Esta declaración surge en un contexto donde las negociaciones de paz del Gobierno con otros grupos armados, como el ELN y disidencias de las FARC, llevaron al Clan a posicionarse fuera de estos procesos, advirtiendo sobre el potencial derramamiento de sangre que las acciones gubernamentales podrían desencadenar.
La tensión entre el Clan del Golfo y el Estado colombiano se intensificó tras el asesinato de cuatro militares por parte del grupo, lo que llevó al presidente Petro a cerrar las puertas a cualquier negociación de paz con este grupo y a amenazar con su destrucción. El Gobierno también contempló la reanudación de bombardeos contra campamentos de grupos armados, incluyendo específicamente al Clan del Golfo, marcando un cambio significativo en la política de seguridad del país desde la llegada de Petro al poder.
Pese a afirmar mantener una "voluntad de paz" y un "cese al fuego unilateral", la falta de avances significativos en las negociaciones con el Clan del Golfo pone en relieve la complejidad de la situación de seguridad en Colombia. El grupo, responsable de una porción significativa del narcotráfico del país, expandió sus operaciones más allá del tráfico de drogas, involucrándose en extorsión, minería ilegal, y el tráfico de migrantes, aumentando su membresía y poder en años recientes.
Esta confrontación pone de manifiesto los desafíos que enfrenta el Gobierno colombiano en su intento de pacificar un país aún asolado por conflictos armados y actividades ilegales, a medida que busca establecer un marco jurídico claro para la desmovilización de grupos como el Clan del Golfo, en un momento crítico para la seguridad y la estabilidad del país.