Foto: Gobierno de Colombia
Como parte de la ronda XI del Diálogo de Alto Nivel entre los gobiernos de Colombia y Estados Unidos, se llevó a cabo el encuentro "Diálogo con la sociedad Civil". Un foro dedicado a reconocer la participación de las comunidades como actores fundamentales de dicha relación diplomática.
En este, el canciller de Colombia, Luis Murillo, habló sobre la estrategia pactada con Estados Unidos, "Vida Colombia". La cual tiene como objetivo, dar respuesta a los diferentes desafíos que las comunidades étnicas enfrentan en relación con la crisis climática, la transición energética, la protección de la naturaleza y la biodiversidad. Esto, priorizando la justicia social, equidad para las comunidades, la promoción de la vida y la paz.
La relación bilateral con Estados Unidos es una plataforma para atender asuntos que tienen que ver con la protección de la paz, la naturaleza y el contexto de vida social para las comunidades", señaló Murillo durante su intervención para asegurar que Colombia tiene una voz potente en la discusión global sobre cómo hacer frente a la crisis climática.
El "Diálogo con la Sociedad Civil" estuvo integrado por dos paneles, "Paz con la Naturaleza y Justicia Ambiental en el Contexto del Cambio Climático" e "Intersección entre la Justicia Ambiental y la Justicia étnico-racial". En los cuales participaron representantes de comunidades indígenas y afro, expertos en medio ambiente y actores del sector privado. Quienes compartieron experiencias y conocimientos relacionados con el reconocimiento de la naturaleza como víctima del cambio climático, la protección de la biodiversidad y equidad para las comunidades.
Este encuentro fue apreciado por el Gobierno de Colombia como un mecanismo de diplomacia participativa en la relación bilateral. Cuya función principal es facilitar la conversación y acuerdos entre países de cara a la realización de la COP16, en la cual Colombia será anfitrión. Al respecto, Murillo mencionó esta se realizará bajo el enfoque "Paz con la Naturaleza". A fin de promover el diálogo entre los jefes de Estado con los pueblos y entre las propias comunidades. De modo que estos jueguen un papel activo como potencia de paz y dentro de la diplomacia ambiental.
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