Foto: UNGRD
La región del Catatumbo, Norte de Santander, se encuentra en una delicada situación producto de la violencia ejercida por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) la cual provocó el desplazamiento forzado de numerosas familias hacia municipios como Cúcuta, Ocaña y Tibú. Para ayudar a los desplazados, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) lideró la activación de un Puesto de Mando Unificado (PMU) para coordinar la respuesta gubernamental.
El PMU, realizado en colaboración con la Unidad para las Víctimas como primer respondiente, contó con la participación de entidades clave como los ministerios del Interior, Vivienda y Salud, además del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), la Gobernación de Norte de Santander y alcaldías locales. Este esfuerzo interinstitucional busca garantizar una respuesta integral y eficiente ante la emergencia humanitaria que afecta a miles de personas desplazadas.
Acciones inmediatas y recomendaciones
Carlos Carrillo Arenas, director general de la UNGRD, destacó la relevancia de la coordinación entre las entidades del Estado. "La magnitud de la situación de orden público que vive la región del Catatumbo obliga a todas las entidades del Estado a ponerse a disposición para atender esta emergencia. La UNGRD tiene las capacidades, la experiencia y el conocimiento necesario para apoyar en la respuesta", afirmó Carrillo, enfatizando que las prioridades incluyen la atención inmediata a través de refugios temporales.
En este contexto, la UNGRD propuso recomendaciones técnicas para garantizar que los albergues cumplan con los estándares necesarios, incluyendo servicios públicos, atención psicosocial, áreas para alimentación y espacios adecuados para animales de compañía. Equipos especializados ya se encuentran en terreno, asesorando la instalación de alojamientos temporales y facilitando la logística para atender a las comunidades desplazadas. También se implementan protocolos estandarizados para optimizar la asignación de responsabilidades entre las entidades involucradas.
Apoyo técnico y logístico
Aunque la asistencia directa a víctimas del conflicto armado recae en la Unidad para las Víctimas, la UNGRD está contribuyendo con recursos técnicos y logísticos. Según Carrillo Arenas, "aportaremos 1.000 colchonetas, que serán despachadas en las próximas horas". Además, se hizo un llamado a que la entrega de ayuda humanitaria se realice de manera escalonada, evitando saturar los espacios de almacenamiento disponibles.
Pese a que las competencias de la UNGRD no incluyen la entrega directa de asistencia humanitaria para la población desplazada, la entidad reafirmó su compromiso de colaborar en la mitigación de los impactos de esta crisis. Para eso, trabaja junto a las autoridades locales y nacionales.
A través de la articulación entre la Unidad para las Víctimas, la Gobernación de Norte de Santander y los municipios afectados se buscan garantizar corredores humanitarios y una atención integral a las comunidades desplazadas. Las autoridades reiteraron la importancia de abordar las necesidades prioritarias de la población, incluyendo refugios seguros, asistencia en salud y apoyo psicológico, para enfrentar los efectos de esta compleja situación humanitaria.
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