Foto: Gobierno de Colombia
La lucha contra el narcotráfico ha sido un eje central en la historia reciente de Colombia, con un fuerte apoyo de Estados Unidos en estrategias de interdicción y erradicación de cultivos ilícitos. Sin embargo, la vicepresidenta Francia Márquez plantea un enfoque distinto: avanzar hacia la legalización de ciertas sustancias y transformar la economía ilegal en una alternativa regulada.
En una entrevista con BBC News Mundo, Márquez afirmó que la política de guerra contra las drogas ha sido ineficaz y que es momento de explorar nuevas estrategias. "Llevamos muchos años planteando una guerra contra las drogas que ha sido ineficaz, sin resultados, y eso muestra que hay que avanzar hacia la legalización, quitar el incentivo perverso que se hace a costa de la vida de la gente", declaró.
Desde su llegada al poder en 2022, el gobierno de Gustavo Petro ha impulsado un cambio en la estrategia antidrogas, alejándose de la erradicación forzosa y priorizando la persecución de los grandes eslabones del narcotráfico. Márquez destacó que, a diferencia de gobiernos anteriores, este enfoque busca proteger a los campesinos quienes históricamente han sido los más afectados.
"Antes, a quien se golpeaba era al campesino, al pobre que estaba en el territorio. Este gobierno ha cambiado ese enfoque, poniéndolo en las industrias del tráfico de drogas transnacional", explicó.
El debate sobre la regulación de la hoja de coca y la marihuana ha sido una línea roja en la relación de Colombia con Estados Unidos, un país clave en la lucha contra las drogas. Márquez reconoce la importancia del diálogo con actores internacionales para avanzar en este camino, aunque deja claro que la decisión final está en manos del presidente Petro y el Congreso. "El presidente ha insistido en que el Congreso saque una ley que regularice el uso de la hoja de coca y la de marihuana", afirmó.
Dicha propuesta de legalización no está exenta de controversia. Mientras que algunos sectores la ven como una oportunidad para debilitar a los carteles de la droga y reducir la violencia, otros consideran que podría generar nuevos desafíos en términos de regulación y consumo.
Márquez enfatizó que la lucha contra el narcotráfico ha tenido un alto costo humano en América Latina y que es necesario encontrar alternativas para reducir la violencia asociada a este fenómeno. "América Latina ha perdido un millón de personas asesinadas en el marco de esas economías ilícitas y hay un sinnúmero de gente encarcelada o judicializada", señaló en la entrevista.
A medida que Colombia se acerca a un nuevo ciclo electoral en 2026, la política antidrogas seguirá siendo un tema clave en el debate nacional. El enfoque del gobierno de Petro, con voces como la de Márquez impulsando la legalización, podría marcar un punto de inflexión en el modelo tradicional de lucha contra el narcotráfico.
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