Bogotá,
Martín Olivera
Crédito foto: X @LulaOficial
Una advertencia directa a Donald Trump y un llamado al diálogo con Nicolás Maduro marcaron la respuesta diplomática de Luiz Inácio Lula da Silva ante el aumento de tensiones militares en el Caribe. Durante la primera semana de diciembre, el presidente brasileño sostuvo conversaciones telefónicas con sus pares de Estados Unidos y Venezuela, en las que manifestó su rechazo a una posible guerra en América Latina y defendió la vía diplomática como instrumento para preservar la paz regional.
La llamada con Trump se realizó el 2 de diciembre y tuvo una duración de 40 minutos. Aunque los gobiernos informaron que el contacto se centró en la cooperación contra el crimen organizado, Lula ofreció detalles adicionales días después, durante un evento público en el estado de Minas Gerais.
"Le dije: ‘Trump, no queremos guerra en América Latina’", expresó el mandatario brasileño. Según su relato, Trump respondió: "Pero yo tengo más armas, más barcos, más bombas". A lo que Lula replicó: "Yo creo más en el poder de la palabra que en el poder de las armas".
Durante su intervención, Lula también cuestionó el enfoque de política exterior del presidente estadounidense. "El unilateralismo que el presidente Trump desea es que el más fuerte determina lo que los otros harán, es siempre la ley del más fuerte", afirmó.
Paralelamente, el diario brasileño O Globo informó que Lula mantuvo un contacto telefónico con Nicolás Maduro la misma semana. El reporte señala que la conversación tuvo un tono "amistoso" y se centró en la preocupación compartida por el despliegue militar de Estados Unidos en la región. La llamada no fue divulgada oficialmente por la presidencia brasileña.
Desde septiembre, el gobierno de Estados Unidos ejecutó una serie de operaciones navales en el Caribe y el Pacífico, con el argumento de combatir el narcotráfico. De acuerdo con cifras oficiales, más de 87 personas murieron durante ataques a embarcaciones presuntamente involucradas en el tráfico de drogas. El presidente Maduro sostiene que el verdadero propósito de estas acciones es promover un cambio de gobierno en Venezuela.
El jefe de Estado brasileño ya había expresado anteriormente su inquietud por la creciente presencia militar estadounidense cerca de la región caribeña. Sus gestiones con Trump y Maduro refuerzan su posición de que América Latina debe mantenerse como una zona libre de conflictos armados.
La relación entre Brasil y Venezuela estuvo marcada por el distanciamiento desde 2024, cuando el gobierno de Lula se negó a reconocer la reelección de Maduro, cuestionada por sectores de la oposición. El reciente contacto representa el primer acercamiento telefónico entre ambos mandatarios en lo que va del año.
En la comunicación telefónica, Lula transmitió a Maduro su inquietud por la situación regional y manifestó voluntad de cooperación para preservar la paz. Hasta el momento, no se anunciaron medidas concretas derivadas de estas conversaciones.
Al concluir su intervención en Minas Gerais, Lula reafirmó su postura: "Yo creo más en el poder de la palabra que en el poder de las armas".