Bogotá,
Martín Olivera
Crédito foto: Gobierno de Venezuela
Confirmar una conversación con su principal adversario internacional no es un gesto habitual. Nicolás Maduro rompió el silencio sobre una llamada telefónica con Donald Trump, revelando que el contacto ocurrió "hace unos diez días" y fue iniciado desde la Casa Blanca. La declaración introdujo un elemento inesperado en la compleja relación entre Venezuela y Estados Unidos.
El miércoles 3 de diciembre, Maduro declaró en un acto transmitido por el canal estatal Venezolana de Televisión que la llamada tuvo lugar "hace unos diez días" y fue iniciada desde la Casa Blanca. "Hace unos diez días, aproximadamente, desde la Casa Blanca llamaron al Palacio de Miraflores y tuve una conversación telefónica con el presidente Donald Trump", afirmó el mandatario venezolano.
Según explicó durante la transmisión, no había mencionado el hecho antes "por prudencia" y consideró que ciertos temas deben mantenerse en reserva "hasta que se den". Además, describió el intercambio como "en un tono de respeto", y espera que represente un paso hacia un acercamiento institucional. "Welcome dialogue, welcome diplomacy", expresó.
El anuncio se produjo pocos días después de que Estados Unidos reforzara su presencia militar en el Caribe como parte de la operación Lanza del Sur, bajo el argumento de combatir redes de narcotráfico en la región. Esta operación incluyó el despliegue de una flotilla naval y el cierre del espacio aéreo venezolano, según advertencias emitidas por la administración estadounidense a pilotos y aerolíneas.
Durante un encuentro con periodistas, Trump fue consultado sobre el posible contacto con Maduro. Respondió: "La respuesta es sí", aunque evitó compartir detalles adicionales y agregó: "No quiero comentar al respecto".
El medio estadounidense The New York Times reportó que el diálogo se realizó en la segunda parte de noviembre con la presencia del secretario de Estado, Marco Rubio. Señalaron que el objetivo habría sido explorar una posible reunión en Estados Unidos, pero el contacto no derivó en planes concretos.
La última fase de tensiones entre ambas administraciones se caracterizó por declaraciones cruzadas, operaciones militares y la falta de canales diplomáticos desde 2019. En ese marco, Maduro reiteró su disposición a establecer un contacto más directo con Trump. "Face to face", dijo, sin precisar fechas ni condiciones.
El gobierno de Venezuela denunció públicamente que las acciones militares de Washington constituyen una amenaza directa a su soberanía. Por su parte, las autoridades estadounidenses señalaron a Maduro por supuestos vínculos con el narcotráfico e intensificaron su estrategia de presión.
Si bien la conversación entre ambos mandatarios no generó acuerdos inmediatos, marca un hecho relevante dentro del actual panorama de confrontación. La reaparición del diálogo, aun en forma limitada, ocurre en un momento en que ambos países atraviesan una etapa sin representación diplomática y con posturas profundamente opuestas en temas estratégicos.