Foto: Sergio F Cara (NotiPress)
Desde finales del 2023, el lnstituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) lidera un estudio exhaustivo sobre la descarbonización de la aviación en Latinoamérica. Este proyecto se enfoca en evaluar políticas públicas, precios del carbono y el consumo de combustibles hasta el 2050, con el objetivo de proporcionar alternativas para reducir las emisiones en la industria aérea.
El Joint Program on Science and Policy of Global Change del MIT antepuso un análisis detallado de diversos escenarios en países como México, Brasil, Chile, Perú, Ecuador y Colombia.
Allí se exploraron tecnologías como los Combustibles Sostenibles de Aviación (SAF), el hidrógeno y la bioenergía con captura y almacenamiento de carbono. Todas estas tecnologías son prometedoras para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero en la aviación.
Para avanzar en dicho proyecto, se organizó un encuentro estratégico entre el MIT, la Aeronáutica Civil, Ecopetrol, LATAM, Airbus y varios ministerios clave. Estas entidades son fundamentales para poder diseñar políticas públicas que faciliten la transición energética en la aviación y aseguren un desarrollo sostenible.
La participación activa de Aerocivil en el proyecto es esencial, dado su papel en la regulación y la supervisión del sector aéreo. Durante las discusiones, se abordaron temas cruciales como la viabilidad técnica y económica de los SAF, la infraestructura requerida para su producción y distribución, así como políticas de incentivo para su adopción.
Además, se exploraron oportunidades y desafíos asociados con el uso de hidrógeno y la implementación de tecnologías de captura de carbono. Aunque estas tecnologías están en desarrollo, representan una vía prometedora para reducir las emisiones en la aviación, un sector tradicionalmente dependiente de combustibles fósiles y con alta demanda energética.
No obstante, el estudio del MIT no solo ofrecerá una hoja de ruta para la descarbonización de la aviación en Latinoamérica, sino que también establecerá un modelo para otras regiones que enfrentan desafíos similares de sostenibilidad. Por otro lado, la colaboración entre gobiernos, entidades regulatorias y el sector académico se torna esencial en el avance hacia una aviación más limpia y eficiente, alineada con los objetivos globales de reducción de emisiones.
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