Ciudad de México,
Juan Manuel Flores
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
Cuando la Corte Constitucional declaró inexequible la ley con la cual el gobierno de Gustavo Petro creó el Ministerio de Igualdad e Inequidad, el mandatario se mostró inconforme. Así, la Corte determinó que dicho Ministerio no contaba con el sustento legal y aval financiero de Hacienda Pública.
Para reforzar esta idea, Fernando Motoa, senador de Cambio Radical, mencionó, "es Ministerio de pura burocracia, con un fondo de 1 billón 300 mil millones de pesos, de los cuales 900 mil millones eran para cargos y 400 mil para la inversión que necesitan los colombianos". Esto puso en relieve el desprecio del mandatario a la ideología capitalista, quien no dudó en lanzarse contra el neoliberalismo.
Tras darse a conocer el fallo de la Corte Constitucional, Petro rechazó la decisión de eliminar el Ministerio de Igualdad, mediante una publicación en X. El mandatario argumentó, "Cuando se habla de igualdad es embeleco; cuando se habla de comercio es un portento". Haciendo referencia a que la sociedad y la política elogian el que las empresas transnacionales generen ganancias y se critica el hecho de destinar recursos para "defender la igualdad".
No perseguir la igualdad es no perseguir el Estado Social de Derecho. El conflicto político no es en realidad entre derechas e izquierdas, es entre el neoliberalismo y la justicia social", aseveró PetroCon esta declaración, Petro arremetió contra la Corte Constitucional por no permitir que el Estado destine fondos para "defender la igualdad", mientras el órgano permite que las empresas se enriquezcan. Sin embargo, desde la perspectiva económica propuesta por Bastiat, la ganancia no va en contra del Estado. Pues esta es obtenida a través de un comportamiento industrioso en donde las compañías adquieren un beneficio al intercambiarlo por un bien que producen o fabrican.
En contraste con ello, Instituto Mises, aludiendo a las reflexiones de Frédéric Bastiat, sostiene, el modelo de adquisición de bienes del Estado se basa en la legitimación o institucionalización del saqueo. En contraposición con el intercambio de modelo neoriberalista, el estado hace uso "legítimo de la violencia" para generar ganancias. Ejemplo de ello es la contribución obligatoria de impuestos y las sanciones derivadas de oponerse a esta.
Cabe destacar, en diversos países, quienes no pagan impuestos pueden enfrentarse tanto a la incautación de bienes como al encarcelamiento. En el caso del Ministerio del Igualdad e Inequidad, Gustavo Petro alude al "beneficio de la sociedad" para justificar "el saqueo" perpetuado por el Estado.
A juicio del presidente, si el estado actúa en beneficio de la sociedad, como en esta situación, creando un Ministerio que abogue por las "necesidades de la población", entonces se está defendiendo la igualdad. Asimismo, Mises aprecia esto como un mecanismo para "disfrazar creativamente los efectos de los impuestos". Es decir, ocultar la intención de redirigir el dinero a la preferencia del burócrata y no a la del trabajador o propietario de un negocio. En este sentido, el Ministerio ocultaría las intenciones de Petro de destinar más de 1 billón de pesos a fortalecer la burocracia del estado y no a defender la igualdad, como afirma.
Bajo la perspectiva de Bastiat, las "ganancias fidedignas" del modelo neoliberalista no interferirían con la justicia social de Petro. Pues, en este modelo las ganancias tienen una naturaleza voluntaria que permite a los trabajadores y propietarios destinarlos como mejor les parece. Así, para Bastiat, el neoliberalismo sería conceptualizado como una "relación simbiótica" entre el productor y el consumidor, mientras que para el estado sería una "relación parasitaria" entre el Estado y el contribuyente.