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Gustavo Petro, presidente de Colombia, introdujo una nueva arista en la investigación por el asesinato del senador Miguel Uribe Turbay, ocurrido a inicios de mes. Durante un conversatorio organizado por la Rama Judicial en Bogotá, mencionó un posible vínculo del crimen con disputas en el negocio de esmeraldas. "Es probable, la Fiscalía nos debe decir, que el asesino del senador Uribe Turbay está ahí, por un negocio de esmeraldas, pero lo dejo porque no es mi papel. La única manera de sobrevivir en Colombia es saber quién puede matarte antes de que te maten", señaló el mandatario durante su intervención pública.
Desde la Presidencia se advirtió sobre presuntos nexos entre actores dedicados al comercio de esmeraldas y una organización criminal transnacional, a la que Petro llamó "junta del narcotráfico". Según su afirmación, esta estructura tendría operaciones desde Dubái y vínculos con negocios desarrollados en territorio colombiano. Sus declaraciones incorporaron un ángulo diferente a la narrativa oficial, hasta ahora centrada en la participación de disidencias armadas.
El lunes 18 de agosto, el comandante del Ejército de Liberación Nacional (ELN), Eliécer Erlington Chamorro, conocido por el alias "Antonio García", hizo pública su versión en un medio informativo rebelde. Allí sostuvo: "La información que circula es que el papá de Miguel Uribe Turbay, por sus vínculos y acciones non sanctas, con o contra algunos esmeralderos terminó colocando en grave riesgo a su hijo". El artículo del dirigente insurgente difundió una interpretación de contexto sobre la relación entre esmeralderos y disputas previas que, según él, habrían rodeado a la familia del legislador.
Mientras tanto, la Fiscalía continúa avanzando en su investigación y sostiene que la hipótesis central sigue apuntando hacia la Segunda Marquetalia. Autoridades judiciales informaron sobre la detención de seis personas vinculadas con el crimen, entre ellas un menor de edad acusado de ejecutar el disparo mortal. La información oficial fue reportada por la agencia ANSA, medio que dio seguimiento al caso desde sus primeros días.
Bajo el marco del debate público, las palabras de Petro generan un contraste con la línea procesal manejada por las autoridades competentes. El énfasis presidencial en los negocios de esmeraldas introduce dudas adicionales sobre la motivación detrás del crimen, sin alterar por ahora la ruta judicial principal. La Fiscalía mantiene el liderazgo en la recolección de pruebas y en la identificación de responsables intelectuales del atentado.
Finalmente, el magnicidio de Uribe Turbay mantiene en alerta a la sociedad colombiana y a los organismos encargados de seguridad. Por un lado, se presentan versiones provenientes del Ejecutivo y de un grupo armado ilegal; por otro, la justicia sostiene investigaciones en curso con base en capturas y pruebas recabadas en el terreno. La situación refuerza la relevancia de esclarecer los hechos de manera concluyente, con el fin de determinar los responsables y las motivaciones detrás del ataque a cargo de la Segunda Marquetalia.
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