Foto: Cancillería Colombia
El ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Luis Gilberto Murillo, decidió posponer su salida del gabinete para enfrentar una delicada situación diplomática. Estas involucran las relaciones con Venezuela y la próxima administración de Estados Unidos. La decisión del canciller fue tomada tras considerar que aún quedan asuntos clave por resolver antes de abandonar su cargo. Entre ellos se encuentra la designación de nuevos embajadores y la gestión de la relación bilateral con el gobierno de Donald Trump, quien asumirá el poder en enero de 2025.
La continuidad de Murillo se produce luego de que surgieran rumores sobre un remezón ministerial anunciado por el presidente Gustavo Petro. En diciembre de 2024, el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, confirmó que habría un cambio de varios jefes de cartera en enero de 2025. Sin embargo, hasta el momento no se oficializó la salida de ningún funcionario, y Murillo seguirá al frente de la Cancillería, al menos hasta marzo de 2025.
Una de las principales razones por las que Murillo optó por permanecer en el cargo es la crisis generada tras la asistencia del embajador colombiano en Venezuela, Milton Rengifo, a la posesión de Nicolás Maduro el próximo 10 de enero de 2025. Este acto fue duramente criticado por sectores políticos los cuales no reconocen a Maduro como presidente legítimo. A pesar de las críticas, la Cancillería confirmó que Rengifo asistirá en representación del Gobierno colombiano, debido a la ausencia del presidente Petro en la ceremonia. Según declaraciones del mandatario, "las elecciones no fueron libres", razón por la cual optó por no acudir personalmente.
El manejo de la situación con Venezuela fue objeto de cuestionamientos hacia el canciller Murillo, principalmente por la postura del Gobierno colombiano respecto al proceso electoral en el país vecino. Mientras que varios gobiernos de la región reconocieron como legítimo ganador al opositor Edmundo González, el Gobierno de Colombia decidió no emitir un reconocimiento formal. "Nuestra posición ha sido clara, consistente y coherente con nuestra defensa de la democracia. Hemos dicho: no hubo actas, no hay reconocimiento. Así de sencillo. Respetamos la soberanía de Venezuela, pero las actas son fundamentales", explicó Murillo en una entrevista con El País hace unas semanas atrás.
Además, el canciller debe preparar la relación diplomática con la nueva administración de Estados Unidos, tras el retorno de Donald Trump a la presidencia. La expectativa en torno a la política exterior de Trump generó incertidumbre en varias regiones, y Colombia se prepara para adaptar sus relaciones bilaterales a este nuevo escenario.
La gestión de Luis Gilberto Murillo al frente de la Cancillería continuará siendo observada de cerca, especialmente en lo relacionado con Venezuela.
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