Bogotá,
Francisco Vicario
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela anunció oficialmente que ratifica como ganador de las elecciones presidenciales a Nicolás Maduro. Las elecciones, celebradas el pasado 28 de julio, son objeto de controversia luego de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) declarara a Maduro como vencedor sin hacer públicos los resultados del escrutinio de las mesas.
Por su parte, el TSJ, organismo encargado de auditar los resultados electorales, tuvo la tarea de verificar las actas presentadas tanto por el CNE como por la oposición. Según el pronunciamiento de la presidenta del tribunal, Caryslia Rodríguez, se confirmó la validez del material electoral revisado. "Esta sala declara en base al peritaje realizado, y con fundamento en el informe elaborado por los expertos nacionales e internacionales, de forma inobjetable, la validez del material electoral peritado y convalida los resultados de la elección presidencial", expresó Rodríguez.
Las elecciones fueron marcadas por el uso de la teoría de un supuesto "ataque cibernético" contra el sistema electoral, utilizada por el régimen de Maduro para justificar la falta de transparencia en la presentación de los resultados el día de los comicios. Este argumento ha sido rechazado por organismos internacionales como el Centro Carter y por expertos independientes que han cuestionado la falta de pruebas sobre dicho ataque.
La oposición venezolana, representada por figuras como Edmundo González, calificó las elecciones como fraudulentas y la ratificación del TSJ como un agravamiento de la crisis política que enfrenta el país. "Ninguna sentencia sustituirá la soberanía popular", dijo González, subrayando la desconfianza en las instituciones venezolanas bajo el control del chavismo. "El país y el mundo conocen su parcialidad y, por ende, su incapacidad de resolver el conflicto; su decisión solo agravará la crisis", agregó.
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU también se ha pronunciado al respecto, manifestando su preocupación por la falta de imparcialidad e independencia de instituciones como el TSJ y el CNE, las cuales están bajo el control del régimen de Maduro. Las acusaciones de fraude han provocado una creciente presión internacional, pero hasta el momento el gobierno venezolano sigue firme en su defensa de los resultados.