Foto: Gustavo Torres (NotiPress)
De acuerdo con el Banco de México (Banxico), la Junta de Gobierno de la institución financiera decidió aumentar 75 puntos base (pb) la tasa de interés interbancaria, para alcanzar el nivel de 8.50% a partir del viernes 12 de agosto de 2022. En el comunicado de prensa, el banco central mexicano comentó los motivos del incremento de su tasa, así como las repercusiones más importantes ante la inflación alcista.
Las presiones inflacionarias que afectan a México y el mundo son un proceso acumulativo, derivado de la crisis sanitaria y el conflicto armado entre Rusia y Ucrania, comentó Banxico. Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) indicaron que julio de 2022 cerró con una tasa de inflación anual de 8.15%, un aumento considerable ante el 5.81% registrado en 2021.
Según cifras publicadas por los especialistas de indicadores económicos globales, FocusEconomics, las expectativas de inflación para México al cierre de 2022 son de 7.5%. Por su parte, directivos de Grupo Financiero BASE informaron que si las tendencias alcistas continúan, la inflación alcanzaría 9.2% al finalizar el año.
Con objeto de evitar mayores dificultades inflacionarias, Banxico informó en su informe que el aumento de la tasa de interés interbancaria de 8.50% busca lograr convergencia de inflación del 3% en 2023. Asimismo declaró: entre otros precedentes encuentra la actividad de la Reserva Federal de Estados Unidos, institución que ha incrementado 75 pb su tasa interbancaria en dos ocasiones.
Durante abril de 2022, la Junta de Gobierno de Banxico planteó que la política monetaria y flujos de capital podrían verse afectados por el incremento de la tasa interbancaria. Ello especialmente ante la reducción del financiamiento interno de las empresas detectada en enero del presente año por las autoridades de este banco central.
Finalmente, el comunicado de Banxico indicó que si las presiones inflacionarias no ceden, las medidas interbancarias tendrán mayores dificultades para lidiar con sus efectos. Entre los cuales destacó la inflación subyacente, presiones externas por la pandemia de Covid-19, incremento de precios en los sectores agropecuario y energético, bajas tasas de cambio, y mayores costos de productos.
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