Ciudad de México,
Martín Olivera
Crédito foto: Alan Cortés (NotiPress)
El criptocrimen continúa representando un desafío significativo para el ecosistema blockchain global, según el informe anual publicado por Chainalysis el 15 de enero de 2025. Durante el año 2024, direcciones asociadas a actividades ilícitas recibieron $40.9 mil millones de dólares en criptomonedas, una cifra que podría alcanzar los $51 mil millones conforme se complete el análisis de datos pendientes. Este monto representa el 0.14% del valor total de las transacciones realizadas en criptomonedas durante el año.
Aunque el pico histórico de transferencias ilícitas se registró en 2022, con 54 mil millones de dólares, Chainalysis aclara que 8.7 mil millones de esa cifra correspondieron exclusivamente a reclamaciones de acreedores vinculadas al colapso de la plataforma FTX. En comparación, los datos de 2024 reflejan un incremento generalizado en la actividad criminal, destacando la diversificación y la creciente profesionalización de los actores involucrados.
Según la compañía norteamericana, el criptocrimen no solo creció en volumen, sino también en su alcance. Eric Jardine, líder de Investigación en Cibercrímenes de Chainalysis, destacó que "un creciente número de los actores ilícitos, incluyendo a los grupos transnacionales del crimen organizado, están explotando las criptomonedas para financiar una serie de actividades delictivas, como son el tráfico de drogas, robo de propiedad intelectual, lavado de dinero, tráfico de personas y animales silvestres, así como crímenes violentos".
Dicho informe señala que $10.8 mil millones de los fondos asociados a actividades ilícitas en 2024 corresponden a "organizaciones ilícitas". Este término, según Chainalysis, engloba wallets vinculadas a personas y servicios directamente involucrados en delitos como piratería informática, extorsión, tráfico y estafas. También incluye aquellas herramientas que facilitan el lavado de dinero, proporcionando infraestructura y mecanismos de apoyo para actividades delictivas a nivel global.
Entre los hallazgos destacados, subrayan que los grupos criminales comenzaron a utilizar cada vez más las criptomonedas para llevar a cabo operaciones más sofisticadas y diversificadas. Las transacciones relacionadas con actividades ilícitas abarcan desde cibercrímenes tradicionales, como el ransomware, hasta el financiamiento de redes criminales complejas que operan a nivel internacional.
A pesar de la magnitud de las cifras reportadas, Chainalysis recalca que el criptocrimen sigue siendo una fracción menor del ecosistema blockchain global. El valor total de las transacciones anuales en criptomonedas supera con creces los valores asociados a actividades ilícitas, lo que refleja el amplio crecimiento del uso legítimo de estos activos digitales.