Ciudad de México,
Judith Moreno
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
Pese al reciente repunte en los precios internacionales del petróleo impulsado por tensiones geopolíticas, ciertos elementos fundamentales del mercado continúan ejerciendo presión sobre las expectativas de crecimiento sostenido. Entre estos elementos destacan el incremento en la producción por parte de la alianza OPEP+ y las persistentes preocupaciones en torno al dinamismo de la economía global.
Durante la jornada del 12 de junio de 2025, el precio del petróleo registró una leve corrección tras alcanzar su punto más alto en dos meses. Este comportamiento responde no sólo al entorno geopolítico, sino también a señales estructurales observadas en el panorama energético internacional.
Según un análisis de Quásar Elizundia, estratega de Investigación de Mercados en Pepperstone, existen factores que continúan limitando el potencial de apreciación en los precios. Entre ellos la expansión en los niveles de producción por parte de los países miembros de la OPEP+. La organización, junto con sus aliados, ha incrementado gradualmente su capacidad de extracción en respuesta a los estímulos recientes del mercado, introduciendo más oferta en un contexto de volatilidad.
Por otra parte, las proyecciones de crecimiento económico a nivel global siguen en revisión por parte de diversos organismos internacionales, ante datos mixtos sobre la actividad industrial y comercial en regiones clave. Este contexto mantiene una presión latente sobre la demanda proyectada de crudo, lo cual influye directamente en los niveles de cotización.
En ese sentido, Elizundia detalló: "El aumento de la producción de la OPEP+ y las preocupaciones sobre el crecimiento económico mundial podrían seguir pesando sobre las expectativas". Esta apreciación, a la que NotiPress tuvo acceso, recoge una visión estratégica del comportamiento reciente del mercado energético y los retos que enfrentan sus actores principales.
Mediante el mismo periodo, los datos proporcionados por la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA) revelaron una disminución de 3,6 millones de barriles en las reservas de crudo. Aunque esta reducción refleja una demanda resistente en ese país, no logra neutralizar por completo las preocupaciones vinculadas con el aumento de oferta global.
También influyen en la dinámica de precios las recientes estadísticas inflacionarias en Estados Unidos. Estas cifras, más débiles de lo previsto, fortalecieron las expectativas del mercado financiero sobre un posible ajuste a la baja en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal en septiembre. Este posible movimiento podría, eventualmente, estimular la actividad económica y, con ello, una mayor demanda de hidrocarburos.
Sin embargo, tales elementos no se han manifestado de forma suficiente para contrarrestar los efectos provenientes de la expansión de producción por parte de la OPEP+ ni de las señales económicas poco claras en el ámbito internacional.
Finalmente, aunque la coyuntura geopolítica ha propiciado alzas recientes en el petróleo, el equilibrio de fuerzas entre oferta creciente y perspectivas económicas conservadoras continúa definiendo el rumbo de los precios en el corto y mediano plazo. Este escenario obliga a los analistas a seguir monitoreando de cerca tanto los flujos productivos de los principales actores del sector como las señales macroeconómicas emitidas desde los principales centros financieros del mundo.