Ciudad de México,
Judith Moreno
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress)
El peso mexicano ha experimentado una depreciación frente al dólar estadounidense en un contexto de política monetaria restrictiva por parte de la Reserva Federal (Fed) y datos económicos modestos en México. Este comportamiento se alinea con el desempeño de otras monedas de mercados emergentes, aunque con diferencias en su grado de volatilidad y resistencia ante factores externos.
De acuerdo con el análisis de Quásar Elizundia, estratega de investigación de mercados en Pepperstone, la decisión de la Fed de mantener sin cambios las tasas de interés, junto con la falta de señales sobre un ajuste inmediato, ha fortalecido al dólar y afectado al peso. Sin embargo, otras divisas emergentes han mostrado una respuesta variada ante el mismo panorama económico.
En América Latina, monedas como el real brasileño y el sol peruano registran menor volatilidad en comparación con el peso mexicano. Brasil mantiene una política fiscal y monetaria más equilibrada, lo que otorga mayor estabilidad al real. Por su parte, el sol peruano cuenta con el respaldo de una balanza comercial sólida y una menor dependencia de la volatilidad externa.
Por otra parte, el peso colombiano y el peso argentino han enfrentado presiones más pronunciadas debido a factores internos. En Colombia, las preocupaciones sobre la estabilidad fiscal y las políticas gubernamentales han pesado sobre su moneda. Argentina, por su parte, sigue lidiando con una alta inflación y restricciones cambiarias que limitan su margen de maniobra en el mercado de divisas.
Elizundia señala cómo la mejora en la balanza por cuenta corriente de Estados Unidos, con un aumento del 2% en el cuarto trimestre de 2024, ha favorecido al dólar, limitando el margen de recuperación del peso mexicano y otras monedas emergentes. Además, menciono para NptiPress que: "las actuales tensiones comerciales podrían aumentar los riesgos inflacionistas, lo que podría llevar a la Fed a adoptar una política monetaria más restrictiva", impulsando aún más al dólar.
Otro factor clave es la influencia de los riesgos geopolíticos globales, como la escalada de tensiones en Oriente Medio, que ha llevado a los inversionistas a buscar activos refugio como el dólar. Esto ha afectado particularmente al peso mexicano, debido a su alta liquidez y su papel como indicador del apetito por el riesgo en mercados emergentes.
Así, mientras algunas monedas emergentes han mostrado mayor estabilidad, el peso mexicano se mantiene vulnerable ante las decisiones de la Fed, la desaceleración económica interna y los factores de riesgo globales.