Foto: Wikimedia Commons
Uno de los ecosistemas más importantes para el planeta es la selva amazónica, que se extiende por 7 millones de kilómetros en Sudamérica, enfrenta graves problemáticas ambientales y económicas. La conservación de esta zona resulta primordial para el mundo entero, su cultura, su suelo y su biodiversidad buscan integrarse en planes sostenibles para una bioeconomía saludable.
La Amazonía perdió 649 km2 de selva nativa tan sólo en la última década, según el Sistema de Alerta de Deforestación del Instituto del Hombre y el Medio Ambiente de la Amazonía (Imazon). Siendo la deforestación, la tala ilegal y los incendios, producto del calentamiento global y el cambio climático, las principales razones. La importancia de esta zona no sólo es notable por la absorción del mil millón de toneladas de CO2 gracias a su selva, sino también por sus 35 millones de habitantes.
Esta perdida afecta, más que para los ocho países latinoamericanos que comparten territorio, a la economía del mundo entero y los objetivos internacionales de cambio climático. La importancia de una perspectiva sostenible en bioeconomía fue resalta en una conferencia del Fondo Económico Mundial (WEF), a la que NotiPress tuvo acceso.
Personalidades tales como Mauricio Claver-Carone, presidente del Banco Interamericano del Desarrollo, Ivan Duque, presidente de Colombia, Hamilton Mourão, vipresidente de Brasil, presentaron los objetivos para la recuperación sostenible del sector. En los discursos de cada ponente se remarcó la necesidad de la bioeconomía para asegurar la preservación de la Amazonía, un objetivo de los gobiernos, el sector privado, civiles y ONG’s.
Ivan Duque, resaltó la participación de Colombia como un país que comparte el 6% del territorio amazónico, el cual representa un 35% de suelo fértil a su país. El presidente marcó tres objetivos clave: detener la deforestación, crear el concepto de contratos de solución con las comunidades indígenas y convertir las ciudades de la zona en biodiversas.
"Estamos poniendo nuestros mejores esfuerzos para llegar a formas de implementar políticas y proyectos que permitirán a la región del Amazonas llegar a su máximo potencial", declaró a su vez Mourão. "Hemos trabajado en un plan que asegure las condiciones necesarias para nuestras agencias ambientales para continuar con incursiones a la selva".
Existen ya diversas organizaciones e iniciativas que buscan activamente la participación del sector privado y público. Una de estas iniciativas fue el Pacto Leticia, creado en 2019 luego de los devastadores incendios del sector, donde más de dos millones y medio de hectáreas fueron arrasadas.
Otra iniciativa es representada en la Agenda Davos por la Organización del Tratado de Cooperación Económica, mediante la presencia de María Alexandra Moreira, secretaría general. "Entendemos por economía como una armonía entre la gente y la naturaleza, lo que nos permite coordinar dos conflictos aparentes entre el crecimiento económico y la conservación de ecosistemas" refirió.
Aún quedan retos por superar para una verdadera bioeconomía en la región, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro propuso el menor presupuesto para la protección de la selva amazónica. Asimismo, siguen presentes las iniciativas privadas para continuar con la tala ilegal, así como operaciones que ponen en peligro la biodiversidad del territorio. Perspectivas como las propuestas en el WEF 2021 son necesarios para asegurar una bioeconomía que beneficie a todas las partes, pero sobre todo a la Amazonía.
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