Foto: Foto: cortesía UBS
Carlos Urzua, exsecretario de Hacienda de México, renunció el 9 de julio. Fundamentó su partida, citando diferencias de opinión sobre temas económicos con la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO). En su carta de renuncia publicada en Twitter, indicó que durante el mandato, las decisiones políticas se habían tomado "sin el suficiente sustento". También mencionó su desacuerdo con el nombramiento de funcionarios del gobierno, debido a una falta de conocimiento en las finanzas públicas; acción considerada inaceptable. La situación generó un clima de incertidumbre para inversionistas.
En los siete meses de la administración de AMLO, hubo 11 renuncias de alto nivel, tanto de integrantes del gabinete como de órganos autónomos. Lo más relevantes de estas son quizá las renuncias de Germán Martínez, jefe de el Instituto de Seguridad Social (IMSS), Guillermo García Alcocer, presidente comisionado de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
De acuerdo al banco suizo UBS, Urzúa tenía uno de los trabajos más desafiantes en el gabinete, ya que se enfrentó a un complicado acto de equilibrio entre tres objetivos conflictivos: compromiso con la responsabilidad fiscal, lealtad a la promesa de campaña de AMLO y los proyectos infraestructura, sumado al rescate de Pemex. Simultáneamente, el Presidente prometió no se crearían nuevos impuestos ni se incrementarían los actuales durante los primeros tres años de su administración. El problema, según advirtió USB, es que no era posible lograr los tres objetivos al mismo tiempo.
Arturo Herrera fue designado como sucesor de Urzúa y heredó el difícil momento. Hay un antecedente por partida doble. Primero, AMLO contradijo a Herrera públicamente en marzo de 2019 cuando Herrera le dijo al Financial Times que la refinería de Dos Bocas podría retrasarse dado restricciones presupuestarias. Segundo, cuando el ahora secretario de Hacienda dijo que el impuesto sobre la propiedad de los vehículos se debe cobrar de una manera más eficiente. El conflicto se mantiene, porque el 10 de julio, a tan solo 24 horas de la nueva designación, el Presidente sostuvo sobre la refinería en conflicto "si se opone Herrera a Dos Bocas, yo lo convenzo".
El escenario esperado para el peso mexicano es una mayor depreciación frente al dólar. En un informe del 3 de julio de 2019, UBS sostuvo se están dando pasos erróneos en la política económica y era probable una calificación crediticia negativa para México. La entidad financiera prevé un dólar a 19.25, 20 y 20.5 en tres, seis y 12 meses, respectivamente.
"Seguimos siendo cautelosos con los activos mexicanos, ya que son ajustados en términos fiscales y las política monetaria, junto con la incertidumbre política, siguen perjudicando", sentenció el banco en un comunicado.
Inversonistas viven un clima de cautela, debido a las perspectivas de crecimiento para México por debajo del promedio mundial. En este contexto, la partida de Urzúa genera incertidumbre, aunado al potencial conflicto con el nuevo secretario de Hacienda. Este escenario podría tener impacto en el plan de negocios de Pemex y el presupuesto 2020.
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