Ciudad de México,
Emiliano Fuentes
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Si bien en 2020 se pronosticaba como un año de recuperación para la economía europea después de un periodo de mucha incertidumbre por temas como Brexit, el coronavirus ha venido a dilapidar esa posibilidad y sumir a la economía europea en una severa crisis plagada de pesimismo en los mercados, donde se ven desplomes de las Bolsas europeas e inyecciones de liquidez de los bancos centrales para colmar la crisis.
Las medidas tomadas para frenar el contagio en los múltiples países de la región pasarán factura en el consumo y el sector servicios se verá particularmente afectado. Por otro lado también habrá severas dificultades en la industria y exportaciones en Europa debido a la menor demanda de las zonas afectadas y la disminución de materias primas para realizar diversos procesos productivos.
Cierre de todos los comercios minoristas salvo los que vendan alimentos, bebidas, productos y bienes de primera necesidad, farmacéuticos, médicos; la clausura de establecimientos de ocio, espectáculos y eventos deportivos, así como restaurantes y bares afectan severamente las economías locales y, en especial, el sector servicios.
Minimizar el aumento de desempleo que ya está presente en el continente europeo, será fundamental para superar la pandemia y amortiguar sus efectos en la economía, contando con una base sólida para reactivar la economía una vez que se deje atrás la crisis sanitaria.
Pese a los esfuerzos europeos por mantener viva la economía de la región en medio de la pandemia de coronavirus, las medidas gubernamentales de aplicar cuarentenas con el fin de detener la propagación del coronavid-19, alteran las cadenas de suministro y diezman los ingresos de gran parte de la población en las diferentes economías. Ante una de las peores crisis desde la Segunda Guerra Mundial, Europa confía en los bancos centrales y su capacidad para canalizar recursos a las empresas para evitar su quiebra.
Los desafíos para restablecer la economía europea en su conjunto plantea un difícil reto en los distintos países de Europa y para la Unión, pues las cotizaciones en bolsa han tocado mínimos históricos al igual que diversos indicadores de la economía europea en general.
Dado que el margen para la política monetaria es muy reducido en los distintos países de Europa, es pertinente plantear la interrogante de si la zona euro será capaz de coordinar una respuesta conjunta, eficaz para la crisis sanitaria actual y las repercusiones económicas que han traído las medidas tomadas por diferentes gobiernos.