Ciudad de México,
Emiliano Fuentes
Crédito foto: Wiki Commons
Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), asemejó la coyuntura de transformación en la economía mundial derivada de la pandemia por coronavirus con los Acuerdos de Bretton Woods, un proceso llevado a cabo en el hotel del mismo nombre en Estados Unidos que culminó con la creación del FMI y el Banco Mundial en 1944.
La funcionaria aseguro en la reunión anual de la Junta de Gobernadores del FMI que los fundadores de la institución que encabeza se enfrentaron a dos tareas de gran relevancia para el momento histórico de su tiempo, hacer frente a la devastación causada por la Segunda guerra mundial y sentar las bases de un mundo con mayor prosperidad y armonía entre los países después de dicho conflicto. Hoy, ante la crisis pospandemia, Georgieva ve una misión similar; salvar a la economía mundial de los estragos económicos provocados por la aparición de la pandemia y, al mismo tiempo, sentar las bases para un mejor mundo en el futuro.
Vale la pena destacar que la pandemia ya ha tenido altos costos económicos, pues el crecimiento económico mundial disminuido en un 4.4% en 2020 y se prevé un deficit de 11 billones de dólares en la producción estimada para 2021. Ante este escenario la representante del FMI aseguro, la recuperación duradera depende de un trabajo continuo y de priorizar el control de los contagios, que ascienden a 38 millones 724 mil casos a nivel mundial, según datos de la Universidad Johns Hopkins actualizados el 15 de octubre de 2020. Además, los diferentes países deben realizar transformaciones estructurales, que contemplen el impulso a la lucha contra el cambio climático, así como la aceleración digital y el auge de la economía del conocimiento.
Asimismo, hizo énfasis en la falta de un enfoque único útil para todos los casos y que las políticas deben adaptarse a las necesidades que tenga cada nación según su contexto. No obstante, llamo a los países a seguir desplegando diferentes apoyos gubernamentales en la forma de cheques, préstamos o exenciones fiscales, pues son fundamentales todavía para evitar daños graves en las economías familiares.
Cabe aclarar que la crisis ha significado un aumento en la desigualdad, situación que amerita una inversión importante en educación y capacitación para enfrentar las disparidades. De la misma manera, la pandemia demostró que no se puede ignorar las necesidades en materia de salud, igualdad de género y sostenibilidad, cuyos avances son considerados prioritarios tras la pandemia.
Por las múltiples necesidades sociales urgentes y la grave crisis económica mundial, la directora del FMI comparó la coyuntura actual en 2020 con aquella sucedida en 1944 en Bretton Woods. La pandemia, que ya ha cobrado un millón 94 mil vidas alrededor del mundo, también significa una oportunidad de replantear el futuro para hacerlo más inclusivo y justo.