Foto: Patricia Manero (NotiPress)
El peso mexicano mostró un repunte del 0.9% en las primeras jornadas de 2025, cotizando en torno a los 20.6 pesos por dólar, tras un 2024 marcado por la volatilidad. Sin embargo, según Quásar Elizundia, estratega de investigación de mercados en Pepperstone, persisten desafíos internos y externos que podrían limitar la apreciación sostenida de la moneda.
A nivel interno, el índice de Gerentes de Compras (PMI) manufacturero se ubicó en 49.8 en diciembre, reflejando una contracción en el sector industrial. Esta situación se ve agravada por la caída en las órdenes de exportación durante diez meses consecutivos, especialmente hacia Estados Unidos, principal socio comercial de México.
El estancamiento en la producción y el empleo manufacturero afecta la confianza de los inversionistas, sumándose a los desafíos estructurales que enfrenta el país, como la inseguridad y la competencia externa.
En el ámbito internacional, la política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) podría jugar un papel clave. La posibilidad de alzas en las tasas de interés fortalecería al dólar, presionando aún más al peso mexicano. Asimismo, el regreso de políticas comerciales proteccionistas en Estados Unidos añade incertidumbre al panorama económico.
El desempeño del peso en las próximas semanas dependerá en gran medida de los datos económicos que se publicarán próximamente en México, como las cifras de inflación y confianza del consumidor. Estos indicadores ofrecerán una visión más clara sobre la salud económica del país y su posible impacto en la moneda.
A pesar de la resiliencia mostrada, los analistas señalan que el peso mexicano aún enfrenta riesgos significativos, tanto a nivel local como global, que podrían limitar una recuperación sostenida en el corto plazo.
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