
Foto: Sergio F Cara (NotiPress)
La moneda mexicana se mantuvo estable durante la jornada del 23 de octubre, ante señales contradictorias provenientes de los indicadores de inflación y consumo, así como por un entorno externo incierto. "El peso mexicano pasó gran parte del jueves sin cambios, mientras los inversores sopesaban una señal más clara de desinflación frente a un dólar mundial ligeramente más firme y a los cambios en la dinámica del petróleo", declaró Felipe Barragán, estratega de investigación de mercados en Pepperstone, a NotiPress.
El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) de la primera quincena de octubre registró un incremento anual de 3,63%, por debajo de lo esperado. La lectura del componente subyacente también mostró moderación. Este comportamiento fortalece la expectativa de que Banxico mantendrá una política de flexibilización gradual, después del recorte de 25 puntos base realizado en septiembre.
Sin embargo, Barragán puntualizó que "los miembros del consejo siguen divididos sobre el ritmo y los riesgos, según las últimas actas".
En el ámbito doméstico, los datos de actividad económica reflejaron un consumo resiliente. Las ventas minoristas del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) correspondientes a agosto mostraron un crecimiento mensual de 0,6%, superando las previsiones. En tanto, el Indicador Global de la Actividad Económic (IGAE) también reportó una variación positiva del 0,6%, lo que contribuye a moderar temores sobre una desaceleración brusca, aunque sin modificar el enfoque prudente del banco central.
"El contexto externo se inclinó ligeramente a la baja para el MXN durante la jornada", advirtió Barragán. El dólar estadounidense se fortaleció levemente, en espera de la publicación del IPC de ese país y tras una serie de datos económicos imprecisos, atribuidos al reciente cierre parcial del Gobierno federal.
Por su parte, los rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos se mantuvieron cerca de sus niveles mínimos, en medio de especulaciones sobre nuevos recortes de la Reserva Federal. Según Barragán, "reduce el atractivo del carry de las divisas emergentes, incluso aunque los rendimientos más bajos ayuden en general al sentimiento de riesgo".
En cuanto a los mercados energéticos, el especialista indicó que "las nuevas sanciones de Washington a los principales productores rusos hicieron subir el crudo, una medida que puede ser un arma de doble filo para México". Explicó que, si bien puede mejorar los ingresos por exportaciones, también podría "reflejarse en los costes internos del combustible y erosionar el carry real". Ese escenario, concluyó Barragán, "también aboga por la paciencia de Banxico en lugar de comprometerse de antemano a recortes más rápidos".
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