Foto: Sergio F Cara (NotiPress)
El Banco de México anunció una reducción de su tasa de interés en 25 puntos base, llevándola a 10,25%. Este movimiento, realizado en línea con las expectativas del mercado, representa el cuarto recorte del año, acumulando una disminución de 100 puntos base desde el inicio del ciclo de flexibilización en 2024. A diferencia de la votación de septiembre de 2024, cuando el subgobernador Jonathan Heath abogó por mantener la tasa sin cambios, esta decisión fue unánime, reflejando un enfoque más cohesionado por parte del organismo en medio de crecientes desafíos económicos.
Ante esta situación, el estratega de investigación de mercados en Pepperstone, Quásar Elizundia, comentó a NotiPress que este ajuste se produce en un escenario de volatilidad cambiaria y presiones inflacionarias. Según Elizundia, el peso mexicano mostró una marcada depreciación en los últimos meses, exacerbada por la incertidumbre en torno a las políticas económicas de Estados Unidos y el panorama electoral.
En octubre de 2024, la inflación general se ubicó en 4,76%, un nivel que refleja choques de oferta específicos, aunque la inflación subyacente continúa su descenso, situándose en 3,80%. A pesar de estas cifras, el Banco de México proyecta que la inflación podría alcanzar su objetivo del 3% hacia finales de 2025, ajustando al alza sus proyecciones a corto plazo.
Por ende, Elizundia enfatizó que Banxico deberá mantener una postura prudente, evaluando cuidadosamente los riesgos asociados a la depreciación del peso y la incertidumbre global. "La presión sobre el peso mexicano y las incertidumbres sobre el panorama político estadounidense son factores clave que probablemente influirán en la política monetaria mexicana", señaló.
Elizundia también subrayó que el Banco de México enfrenta el reto de balancear la normalización de su política monetaria con la necesidad de estimular el crecimiento económico, todo mientras navega en un entorno de volatilidad global. Este enfoque, según analistas, reafirma el compromiso del banco central con la estabilidad de precios, pero pone de manifiesto la complejidad de las decisiones en un entorno económico y político altamente incierto.
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