Ciudad de México,
Francisco Vicario
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
En 2050, una de cada tres personas en el mundo será mayor de 60 años, según un informe reciente del Banco Mundial. El documento titulado "Liberar el poder de la longevidad saludable: cambio demográfico, enfermedades no transmisibles y capital humano" destaca que si los países en desarrollo adoptan medidas decisivas para promover la longevidad saludable, podrían salvar hasta 150 millones de vidas. Además, dichas acciones podrían extender la esperanza de vida de millones más, reducir los costos en atención sanitaria y generar un enorme valor económico.
Publicado en septiembre de 2023, el informe aborda los desafíos del envejecimiento poblacional y propone estrategias para que los gobiernos mejoren la salud de sus ciudadanos. Se hace hincapié en la necesidad de una intervención temprana para combatir las enfermedades no transmisibles (ENT), como la diabetes, las enfermedades respiratorias, las cardiopatías y el cáncer, que actualmente causan más del 70% de las muertes en países de ingresos bajos y medios.
Las ENT, que también están vinculadas a factores como el cambio climático y la vulnerabilidad a pandemias, afectan desproporcionadamente a las personas más pobres y vulnerables. Esto se debe a que enfrentan mayores tasas de tabaquismo, alcoholismo, obesidad y acceso limitado a una atención sanitaria adecuada. Según Mamta Murthi, vicepresidenta del Banco Mundial, "las enfermedades no transmisibles atrapan a las personas en la pobreza, lo que afecta las oportunidades y la calidad de vida de las generaciones actuales y futuras".
Para reducir el impacto de las ENT y fomentar una longevidad saludable, el informe destaca varias medidas. Entre ellas, se incluyen la integración de servicios clínicos en la atención primaria, la aplicación de impuestos especiales sobre productos como el tabaco y el alcohol, y la creación de mecanismos de protección social para los sectores más vulnerables. Además, la implementación de políticas que promuevan la nutrición infantil y la educación de calidad es clave para combatir las enfermedades desde una edad temprana.
Juan Pablo Uribe, director global de salud del Banco Mundial, afirma que "la longevidad saludable es un enfoque basado en evidencia que ayuda a los países a definir intervenciones priorizadas y cambios de políticas para salvar y prolongar la vida de las personas". Esto no solo mejoraría la salud pública, sino que también contribuiría a reducir la pobreza y la desigualdad, generando así un impacto positivo en el desarrollo económico de los países.
Asimismo, el informe aborda la equidad de género dentro del marco de la longevidad saludable. Aunque las mujeres tienden a vivir más que los hombres, suelen experimentar más años de enfermedad y discapacidad. Asimismo, enfrentan una carga desproporcionada de responsabilidades de cuidado, lo que limita sus oportunidades laborales. Al ofrecer alternativas de atención como los servicios comunitarios, se podría aliviar esta carga, permitir que más mujeres permanezcan en la fuerza laboral y garantizar un envejecimiento digno para toda la población.