Ciudad de México,
Emiliano Fuentes
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Durante 2020 se han emitido una enorme cantidad de dólares para enfrentar los estragos de la pandemia en la economía estadounidense. Esta sobrecirculación de dólares tendrá consecuencias importantes a largo plazo tanto en la economía de Estados Unidos cómo para el resto del mundo. Los riesgos más relevantes son relacionados con la inflación y la devaluación del dólar, con diferentes repercusiones para todos los que comercian con precios fijados en esta moneda.
La primera gran inyección de liquidez en Estados Unidos, tuvo lugar durante marzo y julio 2020. En este periodo se desplegó un programa de estímulos para la economía de cerca de 2.5 billones de dólares equivalente al 12% del Producto Interno Bruto (PIB) de este país. Estos esfuerzos por frenar los efectos de la crisis económica provocada por el coronavirus, implican un fuerte deterioro en la salud de las finanzas públicas.
Tanto el gobierno como el banco central de Estados Unidos, imprimieron dólares a una velocidad sin precedentes en la historia reciente del país. Aunado a lo anterior, con la llegada de un repunte en el número de casos por Covid-19 y la temporada invernal se aprobó un segundo paquete de estímulos que implica un nuevo aumento en la circulación de dólares. Cabe aclarar que antes de aprobar dicho paquete, solamente de enero a noviembre 2020 la oferta monetaria de Estados Unidos ha crecido casi un 24%. Con datos de la Reserva Federal (Fed), el volumen de dólares ha pasado de US$15,33 billones a fines de 2019 a US$19,1 billones a finales de noviembre 2020.
Pese al problema de inflación y devaluación que esto podría ocasionar a la moneda estadounidense, ofrecerá un respiro inesperado a las economías de América Latina. Estos se beneficiarán especialmente de una financiación más barata, ayudando a quitar presión a sus monedas. Esto permitirá hacer uso de políticas monetarias de mayor flexibilidad y reducir la carga de la deuda externa denominada en dólares. En el mismo sentido, un dólar más barato beneficia los precios de las materias primas y a las economías que comercian con esta moneda.
Gracias a lo anterior, economías como la mexicana, serán amplios beneficiarios de los posibles efectos negativos que tendrá el dólar. En un país donde el 70% de sus exportaciones se dirigen a la industria manufacturera estadounidense y gran cantidad de fábricas orientadas a este sector, el debilitamiento del dólar implica grandes beneficios. No obstante, la gran cantidad de dólares emitidos durante 2020 afectará a una gran cantidad de países, ya que más de la mitad de todo el dinero en circulación en el mundo tiene denominación en dólares.