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Al organizar un viaje a Europa, uno de los temas que se ponen sobre la mesa es la movilidad de un país a otro. Por ser más barato, la mayoría de turistas apuesta por usar tren, sin embargo, un nuevo estudio de Greenpeace demuestra que es más barato viajar en avión, incluso para viajes cortos.
La mayoría de las rutas en Europa, 79 de 112, mostraron ser más baratos si se utiliza la vía aérea, en lugar de la férrea. La brecha de precio entre un boleto de tren y de avión en Reino Unido y España es la mayor en la región. Según datos del grupo ambientalista, en promedio es cuatro veces más caro viajar en tren que en avión.
En Francia, Bélgica e Italia, algunos de los viajes domésticos o al continente por la vía ferroviaria es 2.6 veces más caro que un viaje aéreo. Por su parte, en otros 16 países estudiados, incluidos Alemania, Suecia y Suiza, en promedio es dos veces más caro para los turistas optar por el tren.
Solamente Polonia registró una diferencia menor, pues es solamente la mitad de caro ir en tren en lugar de avión, de acuerdo con el estudio de Greenpeace. Las rutas de Viena a Berlín y de Zurich a Viena fueron las únicas rutas en las cuales era más costeable ir por ferrocarril.
Durante años, Greenpeace ha señalado a la aviación como una de las industrias que más daña al medio ambiente. Pues, la contaminación generada tiene consecuencias en el clima extremo, enfermedades relacionadas con la contaminación e interrupción del ruido.
Volar es el medio de transporte con mayor crecimiento relacionado con la emisión de gases de efecto invernadero en la Unión Europea. Sin embargo, los gobiernos de los países europeos continúan subsidiando el cambio climático a las aerolíneas y aeropuertos, mientras cierra estaciones y líneas de tren.
Tanto la complicidad del gobierno, como los altos precios de los trenes, han provocado que el tráfico aéreo europeo este a nivel de prepandemia. Ryanair fue señalada en 2022 como la aerolínea que más contamino en 2022 y sus emisiones, junto con Wizz Air, excedieron a las de 2019, haciendo el 2022 el año con más emisiones.
Sin embargo, este panorama es difícil de cambiar cuando los boletos de avión llegan a costar hasta 12.99 euros y los de tren ascienden hasta 300 euros.
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