
Foto: Patricia Manero (NotiPress)
Ausencia de vigilancia ambiental en zonas naturales del municipio de Atizapán de Zaragoza, Estado de México, fue señalada por colectivos de protección animal tras reportes de presuntos rituales con animales en las cuevas del Cerro de la Condesa. Vecinos y asociaciones civiles alertaron sobre la vulnerabilidad de estos espacios ante actividades que podrían constituir delitos conforme a la legislación estatal.
Hechos se registraron el 19 de junio, cuando integrantes del colectivo Huellitas Frida observaron a un grupo de al menos diez personas ingresar a una cueva cargando cajas con gallinas, un cabrito y un gato. Aunque las autoridades municipales intervinieron en una primera instancia, los testigos aseguran que los individuos regresaron horas más tarde al mismo sitio.
Al día siguiente, se localizaron restos de animales decapitados, cenizas, botellas y objetos posiblemente usados en prácticas rituales. Si bien no se encontraron animales muertos durante la inspección oficial, las autoridades detectaron manchas que podrían corresponder a sangre, según reportes preliminares.
"Estamos convencidos de que la fe no se cuestiona, pero la legislación prohíbe cualquier acto que cause sufrimiento innecesario a un animal, sea o no parte de una práctica religiosa", afirmó el colectivo Huellitas Frida en una denuncia pública difundida en redes sociales.
El artículo 235 Bis del Código Penal del Estado de México establece penas de hasta cuatro años de prisión para quienes lesionen o provoquen la muerte de un animal. También contempla multas de hasta 300 días de salario mínimo y sanciones por abandono o actos que impliquen sufrimiento.
La Fiscalía General del Estado de México abrió una carpeta de investigación tras las denuncias, aunque hasta el momento no se han presentado imputaciones directas. La cueva fue clausurada como medida preventiva.
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