Foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
En el Estado de México, 413 docentes de Educación Media Superior renovaron su certificación como mediadores escolares. Esta acción se enmarca en las estrategias implementadas por el Gobierno estatal para fortalecer la convivencia pacífica en los planteles, y fue coordinada entre la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTI) y el Poder Judicial local.
De igual importancia, el proceso incluyó un curso con duración de 30 horas, durante el cual los participantes debieron superar tres tipos de evaluaciones: psicométrica, teórica y práctica. Estas pruebas permitieron verificar que cada docente poseyera las habilidades requeridas para intervenir en situaciones escolares con base en principios de diálogo, respeto mutuo y prevención del conflicto.
Asimismo, la capacitación se llevó a cabo por el Centro Estatal de Mediación, Conciliación y Justicia Restaurativa del Poder Judicial del Estado de México. Esta certificación se alinea con los principios de la Nueva Escuela Mexicana, modelo que promueve la formación de ciudadanos íntegros mediante ambientes educativos seguros, colaborativos y orientados al bienestar común.
Carlos Alberto Salgado Treviño, subsecretario de Educación Media Superior, afirmó que el objetivo no es solo transmitir conocimiento académico. En sus palabras: "La educación no solo consiste en transmitir conocimientos, sino en formar ciudadanos con valores de respeto y tolerancia. La mediación permite a los docentes generar espacios de diálogo y entendimiento dentro de la comunidad educativa".
Desde el Poder Judicial, Mario Eduardo Navarro Cabral, consejero de la Judicatura, también reconoció la relevancia de esta certificación. En su intervención, destacó: "Estamos en una etapa de reconexión con la sociedad, y esta certificación refleja el compromiso con la justicia restaurativa, la mediación y la cultura de paz desde la educación".
La figura del mediador escolar es clave para prevenir el acoso, fortalecer el respeto entre estudiantes y docentes, y consolidar un entorno donde el entendimiento se convierte en herramienta de resolución. En este contexto, la evaluación completa garantiza que el personal educativo esté preparado para actuar con profesionalismo ante cualquier situación que altere la armonía escolar.
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