
Foto: Gobierno Edomex
La producción del nanche será reactivada en los viveros del estado mexiquense a partir de 2026, tras un ensayo exitoso de germinación que posiciona a esta especie como estratégica en programas de reforestación y restauración ecológica.
De acuerdo con información de la Protectora de Bosques (PROBOSQUE), los viveros ubicados en Villa Guerrero, Tejupilco, Malinalco y Coatepec Harinas tienen previsto iniciar la producción del nanche (Byrsonima crassifolia), una especie frutal de alto valor ecológico, cultural y productivo.
Utilizado en la recuperación de suelos degradados, el nanche también permite atraer fauna silvestre y elaborar alimentos y bebidas tradicionales. Estas características favorecen a comunidades forestales de distintas regiones mexiquenses, donde se implementarán los programas de restauración.
Iván Delfino Gómez Patiño, jefe del departamento de producción de planta, explicó en un comunicado con acceso para NotiPress que esta iniciativa amplía el catálogo de especies frutales nativas disponibles para reforestación: "La reactivación del nanche tiene la intención de engrandecer la diversidad de especies que produce PROBOSQUE, para acciones de restauración, reforestación o plantaciones comerciales. Se reactivará su producción en los viveros de Villa Guerrero, Tejupilco y Coatepec Harinas, para ponerla a disposición del público y mantenerla en el padrón de especies disponibles de nuestros viveros".
El ensayo de germinación fue desarrollado bajo condiciones controladas a 23 grados centígrados, utilizando una mezcla de tierra de monte, tepojal y composta. Este procedimiento técnico establece un precedente replicable en otras regiones del Estado de México con climas similares.
Autoridades forestales señalaron que esta etapa marca un nuevo rumbo en la política ambiental estatal, al fortalecer la sustentabilidad mediante el uso de especies nativas adaptadas al ecosistema local. Además, resaltaron que la activación productiva del nanche permitirá una mayor integración entre ciencia, innovación y restauración ecológica.
Según datos de PROBOSQUE, los viveros de producción forestal operan bajo esquemas técnicos especializados, lo que permitió mejorar los índices de supervivencia de especies nativas en zonas de reforestación, así como su aceptación por parte de comunidades rurales.
Además de los beneficios ecológicos, la producción de nanche abre oportunidades para diversificar cultivos en regiones con suelos afectados por erosión o abandono agrícola, lo cual puede tener impactos positivos en la seguridad alimentaria y la economía rural.
El uso del nanche en programas de reforestación estatal representa una estrategia que combina restauración de suelos, conservación de biodiversidad y aprovechamiento tradicional de especies nativas, con una perspectiva de largo plazo orientada a la resiliencia ambiental.
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