Foto: Patricia Manero (NotiPress)
Durante la conferencia matutina de prensa del 28 de junio de 2022, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) declaró: "Nuestro país es el que más invierte en el mundo en reforestación". Tras comparar a México con Estados Unidos, Francia, China y Rusia, el mandatario mexicano agregó: "Ningún país del mundo destina mil quinientos millones de dólares al año para sembrar árboles". Bajo este contexto, Corroborado, unidad de fact checking de NotiPress, se dio a la tarea de investigar al respecto y concluyó que la afirmación es verdadera, pero se omiten datos importantes sobre los resultados que la inversión ha tenido en México y Centroamérica.
Bajo este contexto, es posible rastrear la misma aseveración en conferencias de prensa que datan de meses atrás, como la del 4 de noviembre de 2021. En tal ocasión, AMLO incluso aseguró que la "Declaración sobre bosques y uso de la tierra" presentada en la Conferencia del Cambio Climático 2021 (COP26) fue propuesta por México. Acorde con el presidente, la Declaración fue resultado de Sembrando Vida: "¿De dónde creen que salió esa idea?, de Sembrando Vida. Y un dato adicional, porque [estaban] pendientes de que no había firmado México el programa de reforestación; si el programa lo propusimos nosotros".
El Gobierno de México lanzó en 2019 el programa Sembrando Vida con el fin de impulsar la autosuficiencia alimentaria, generar empleos, mitigar la migración y reforestar. En este sentido, AMLO anunció que dicho proyecto permitiría la siembra de árboles en 40 mil hectáreas, así como la creación de 200 mil empleos permanentes. De esta manera, los beneficiarios de Sembrando Vida reciben de 100 a 250 dólares de forma mensual por plantar árboles en sus parcelas.
Comparativamente, se puede mencionar iniciativas como el plan "The American Jobs" anunciado el 31 de marzo de 2022 por la Casa Blanca. Acorde con la declaración, el proyecto de Joe Biden promete crear millones de empleos, reconstruir infraestructura nacional y superar a China en la carrera del crecimiento económico. Entre las medidas se contempla la restauración y protección de bosques, humedales, cuencas hidrográficas, recursos costeros y oceánicos.
Tal esfuerzo se llevaría a cabo mediante la inversión de 50 billones de dólares, pero no se trata de un proyecto dedicado exclusivamente a la reforestación. Por otra parte, durante abril de 2022 Joe Biden firmó una orden ejecutiva para combatir la deforestación y proteger los bosques nacionales. Se espera que, como parte del presupuesto dedicado a "The American Jobs", Estados Unidos despliegue un monto de 2.3 billones de dólares para el Servicio Forestal. No obstante, en comparación con Sembrando Vida, este proyecto se encuentra en una etapa preliminar.
Por tanto, si se compara Sembrando Vida con proyectos de los países mencionados (Francia, China o Rusia) se llegará a ejemplos similares. Ya sean propuestas de reforestación en etapas preliminares, programas que no están dedicados exclusivamente al medioambiente o con presupuestos menores. En este sentido, José Iván Zúñiga, investigador y gerente de bosques del Instituto de Recursos Mundiales (WRI, por sus siglas en inglés) dijo a El País: "Es cierto que no se conoce otra experiencia de este tamaño en un plazo tan corto. Pero precisamente los problemas están llegando por la velocidad en la implantación y la necesidad de recursos y técnica de un proyecto de esta envergadura"
Sin duda, Sembrando Vida cuenta con uno de los presupuestos más altos en la historia en programas de desarrollo rural. Por tanto, es verdadero que México tiene un proyecto de reforestación que es referencia a nivel mundial como afirma AMLO. No obstante, la falta de transparencia de datos sobre la aplicación y evaluación del proyecto dificulta analizar sus alcances. En este sentido, el WRI México publicó un informe en marzo de 2021 de la mano de los expertos en gestiones medioambientales Javier Warman, José Iván Zúñiga y Manuel Cervera sobre el impacto de Sembrando Vida.
Acorde con los investigadores, el Instituto intentó elaborar indicadores ambientales con ayuda de la Secretaría de Bienestar. No obstante, la comunicación con el organismo público terminó cuando se les solicitó información sobre la ubicación de las parcelas. Posteriormente, el WRI logró crear una metodología con ayuda de la herramienta Forest Watch que puede medir en tiempo real la cobertura forestal. Tras estos eventos, los resultados del monitoreo satelital relacionaron al programa con la pérdida de 72 mil 830 hectáreas de cobertura forestal durante el primer año del programa.
En este sentido, el análisis demostró que el Sembrando Vida pudo promover una pérdida de coberturas forestales de 11.25% sobre el total de las parcelas beneficiadas el mismo año. Ello, debido al desmonte mediante quemas y la tala de árboles para poder ser beneficiario del programa social. Estas situaciones han sido documentadas por diversos medios, uno de los casos más importantes durante 2019 fue la deforestación de 200 hectáreas de selva en Quintana Roo.
Por otra parte, acorde con el informe "Índice de Desempeño de Programas Públicos Federales" de 2021, realizado por el centro de análisis Gestión Social y Cooperación (GESOC), Sembrando Vida cuenta con una baja calidad de diseño. Adicionalmente, se detectó un bajo nivel de cobertura y cumplimiento de metas, por lo que GESOC otorgó a Sembrando Vida una puntación de 35.1/100. Por otra parte, el informe de 2020 calificó el proyecto de manera similar, pues obtuvo una evaluación de 41.7/100.
Finalmente, AMLO plantea Sembrando Vida como un programa con fines ecológicos, pero es interesante notar que este no forma parte de la Secretaría de Medio Ambiente. En realidad, el que presenta como uno de los proyectos de reforestación más grandes del mundo pertenece a la Secretaría de Bienestar. En este sentido, WRI México dijo a El Universal: "No es un programa ambiental, sus objetivos son sociales: combate a la pobreza, seguridad alimentaria... para que esos árboles que plantan ahora tengan beneficios ambientales, deben pasar 30 años y el programa tiene una vida de seis". En este panorama, los objetivos ambientales parecen estar en segundo plano frente a los sociales y la deforestación se presenta como un daño colateral.
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