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La estabilidad económica de China podría estar en peligro si las autoridades no consiguen contener el nuevo coronavirus que actualmente se extiende por más de cinco países. Más allá de los peligros relacionados con su probable propagación, los riesgos económicos relacionados al virus, podrían tener un marcado impacto en el crecimiento económico a nivel mundial, debido al gran tamaño de la economía del gigante asiático.
Apenas en la primera jornada después del anuncio del virus, los mercados de valores asiáticos cerraron con resultados negativos reflejando el temor de los inversionistas por las probables consecuencias económicas del nuevo virus detectado en la ciudad china de Wuhan tras un brote de neumonía. Los índices Hang Seng de Hong Kong y Nikkei 225 de Japón cayeron en 2.81 y 0.91%, respectivamente, a niveles de 23,864.56 y 27,985.33 puntos y los índices de Shanghái y Shenzhen de China retrocedieron en 1.41 y 1.28%, respectivamente, cerrando en niveles de 3,052.14 y 1,806.54 unidades.
Las noticias relacionadas con el virus estarán en la atención de los inversionistas pues para diversos mercados representa una amenaza para el turismo y el consumo en el corto plazo, así como en la actividad industrial y la demanda por materias primas en el mediano plazo.
Este virus corresponde a una nueva cepa de un coronavirus similar al que en 2002 causó la epidemia de SARS (síndrome respiratorio agudo grave, por sus siglas en inglés). El coronavirus del SARS, también con origen en China, causó la muerte de más de 700 personas en todo el mundo; dados estos antecedentes, la noticia ha sido recibida con preocupación por los inversionistas tanto en Asia como el resto del mundo, provocado que monedas como el yuan o el dólar de Hong Kong muestren considerable sensibilidad ante la evolución de dicho acontecimiento.
Un ejemplo de dicha sensibilidad, con información de Banco Base, tanto para el caso mexicano y la apreciación del peso, como la relativa calma en diversos mercados financieros a nivel global, se debe en gran medida a que el gobierno chino hizo públicos los esfuerzos de monitoreo para evitar la propagación del virus. Asimismo, los mercados reaccionaron de forma negativa e instantánea a la noticia del reporte de un caso en Estados Unidos, elevando el riesgo de que se convierta en epidemia mundial.
El anuncio de la posible propagación del virus puede afectar diversas áreas de la economía mundial directamente ligado a un impacto negativo en el crecimiento global. Esto debido al enorme peso de China en la economía mundial donde se estima que represente una quinta parte de la economía mundial en 2020.
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