Arabia Saudita condenó a muerte a cinco personas por el asesinato del columnista del Washington Post y crítico de la familia real, Jamal Khashoggi, quien fue ejecutado en el Consulado de Arabia Saudita en Estambul en 2018 por un equipo de agentes sauditas.
El asesinato de Khashoggi sorprendió a la comunidad internacional y también a muchos ciudadanos sauditas, que estaban profundamente conmocionados de que un ciudadano saudí pudiera ser asesinado por 15 agentes del gobierno dentro de uno de los consulados del reino árabe.
Otras tres personas fueron condenadas a prisión por 24 años combinados, según un comunicado leído por la oficina del fiscal general en la televisión estatal saudita. No se dio un desglose individual para la sentencia.
En total, 11 personas fueron juzgadas en Arabia Saudita por el asesinato, pero el gobierno no ha hecho públicos sus nombres. Todos pueden apelar los veredictos preliminares.
Si bien el caso en Arabia Saudita ha concluido en gran medida, las preguntas aún persisten en la corte internacional de opinión pública sobre la culpabilidad de Mohammed bin Salman, príncipe heredero del trono saudita, en el asesinato.
Jamal Khashoggi había entrado en el consulado de su país en Estambul para una cita programada con el objetivo de recoger documentos que le permitirían casarse con su prometido turco. Nunca salió y su cuerpo no ha sido encontrado.
Dicho asesinato ocurrido el 2 de octubre de 2018 enfatizó las preocupaciones sobre los derechos humanos que Khashoggi había pasado el último año de su exilio en los Estados Unidos escribiendo en columnas para el famoso diario estadounidense.
Cabe señalar que mientras las reformas sociales del príncipe Mohammed eran aclamadas ampliamente en Occidente, las columnas de Khashoggi criticaron la represión paralela de la disidencia que el príncipe estaba supervisando.
Por su parte el Congreso en Washington cree que el príncipe Mohammed es responsable del asesinato, a pesar de la insistencia saudita sobre la nula participación en la operación donde se involucraron varios agentes que trabajaron directamente para el príncipe de 34 años.
Donald Trump condenó en su momento el asesinato, pero ha respaldado al príncipe heredero y defendió los lazos entre Estados Unidos y Arabia Saudita. Washington sancionó a 17 sauditas sospechosos de estar involucrados, aunque ninguno de ellos es el príncipe Mohammed.
Finalmente, entre los sancionados se encuentra Saud al-Qahtani, un antiguo asesor del príncipe heredero al que la oficina del fiscal general saudita dijo que no tenía una participación comprobada en el asesinato. Por su parte Arabia Saudita condenó a muerte a cinco personas por el asesinato del columnista Jamal Khashoggi, ejecutado en 2018.