Foto: Pixabay
En algunas partes de Argentina, como la Villa 21-24, la prioridad es conseguir comida. Aunque el país austral produce alimento para 440 millones de personas, es decir 10 veces más que su población, 2018 se cerró como un año en el que más creció el hambre en este territorio.
Casa Usina de Sueños la Villa 21-24 constituye un asentamiento precario de cerca de 60 hectáreas, ubicado entre los barrios Nueva Pompeya y Barracas, al sur de Buenos Aires. Allí viven unas 60 mil familias argentinas, se le conoce como la villa más grande y con más población de la capital argentina.
Argentina, junto con Guatemala y Venezuela, es uno de los tres países latinoamericanos, donde más se incrementó el hambre en 2018. La canasta alimenticia básica, avaluada en cerca de 4 mil 200 pesos argentinos (71 dólares), elevó su costo un 57,3% a mediados de julio de 2018.
Se calcula que 5 millones de niños y jóvenes se encuentran en "situación alimentaria crítica", según lo expuso Daniel Gollán, exministro de Salud, en un discurso frente a los miembros de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), reunidos en Buenos Aires.
A pesar de que el presidente Mauricio Macri prometió en campaña electoral reducir a cero los índices de pobreza, 32% de la población argentina fue catalogada como "pobre" en 2018. Esto sucedió debido a la aceleración de la inflación y a la depreciación del peso nacional en el contexto de recesión que se atraviesa.
La situación se vislumbra tan delicada que organizaciones sociales y sindicales, y la iglesia católica piden al gobierno argentino que se anuncie la "emergencia alimentaria", con el fin de obtener un presupuesto mayor y más específico para solucionar el problema.
Sin embargo, el presidente Macri rechaza la solicitud. El dirigente ha expresado su dolor respecto a los elevados índices oficiales de pobreza y ha señalado que esta situación le genera mucho "dolor", pero asegura que sin duda podría disminuir estas cifras si los argentinos lo reeligen el 27 de octubre de 2019.
Por su parte el ministro de Cultura, Pablo Avelluto, recientemente comentó que: "Hay situación de pobreza, pero eso no significa que haya hambre".
Tras una corrida cambiaria, ocurrida en 2018, el gobierno solicitó al Fondo Monetario Internacional (FMI) ayuda financiera. En concreto pedía un préstamo de 57 mil 100 millones de dólares mientras internamente llevaba a cabo una intensa reforma de ajuste fiscal.
Los argentinos experimentaron, entre enero y julio de 2019, un alza en el costo de vida de 25%, y se estima que esta cifra llegue a 55% para el cierre del año.
DESCARGA LA NOTA SÍGUENOS EN GOOGLE NEWS