Bluesky se convirtió en la red social favorita de los científicos

 22-11-2024
Martín Olivera
   
Portada | Internacional
Foto: Sergio F Cara (NotiPress)

Foto: Sergio F Cara (NotiPress)

En las semanas posteriores a las elecciones presidenciales en Estados Unidos, Bluesky registró un impresionante crecimiento, pasando de 14 millones a 21 millones de usuarios en apenas dos semanas. La plataforma se convirtió en un refugio para científicos y académicos, quienes buscan un espacio que combine colaboración y seguridad en sus interacciones.

Bethan Davies, glacióloga de la Universidad de Newcastle, comentó: "Todos los académicos han migrado de repente a Bluesky. La plataforma ha explotado por completo". Este entorno digital, similar en diseño a X (anteriormente Twitter), atrajo a usuarios desilusionados con los cambios en la antigua red social, ahora bajo la dirección de Elon Musk.

Por qué los científicos están abandonando X

Desde que Elon Musk adquirió Twitter en 2022, las transformaciones en la plataforma causaron descontento entre los investigadores. Musk redujo la moderación de contenido y cobró tarifas por servicios previamente gratuitos, lo que aumentó la presencia de spam, pornografía y bots. Estas condiciones empujaron a muchos académicos a buscar alternativas más confiables.

A diferencia de X, Bluesky ofrece herramientas avanzadas de personalización, como el filtrado de contenido, el bloqueo avanzado y la posibilidad de crear listas de moderación colaborativas. Además, su estructura de red abierta permite a los científicos acceder a los datos de la plataforma sin costo adicional. Estas características fueron clave para atraer a investigadores que buscan mantener la calidad y seguridad en sus interacciones digitales.

Funciones de Bluesky que fomentan la colaboración científica

Se destacó por su capacidad para agrupar contenidos relevantes en feeds temáticos, como el popular "Science", que reúne a más de 14.000 seguidores y recibe 400.000 visitas diarias. Según Bossett, administrador del feed, cuenta con 3.600 colaboradores activos que comparten investigaciones en áreas como ecología, física y biología.

Por su parte, Clíona Murray, neurocientífica de Yale y cofundadora de Black in Neuro, elogió las herramientas de moderación de Bluesky, que crearon un espacio más seguro para comunidades diversas. Murray también creó el paquete "Blackademics UK", una lista de cuentas que conecta a académicos negros en el Reino Unido.

Sin embargo, la rápida expansión de la plataforma plantea desafíos. Emily Liu, responsable de confianza y seguridad en Bluesky, afirmó: "Cada gran ola de crecimiento conlleva una ola de spam y estafas. Hemos ampliado nuestro equipo de confianza y seguridad y hemos contratado más moderadores para ayudar a combatir todo esto".

Aunque Bluesky sigue ganando adeptos, algunos científicos mantienen sus perfiles en X como medida preventiva contra el robo de identidad. Axel Bruns, de la Universidad Tecnológica de Queensland, explicó que conserva su cuenta para evitar suplantaciones. Por otro lado, Madhukar Pai, investigador de tuberculosis de la Universidad McGill, cuestiona el impacto del éxodo masivo: "Si los buenos expertos abandonan X, ¿quién ofrecerá información basada en evidencias sobre X?".

La plataforma se posiciona como una alternativa sólida para la comunidad científica, ofreciendo un espacio controlado y herramientas que fomentan la colaboración. Sin embargo, el reto estará en mantener estas cualidades mientras la plataforma trata de seguir creciendo.




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