Ciudad de México,
Francisco Vicario
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
El Senado de Brasil dio luz verde a una controvertida reforma tributaria que establece una tasa máxima de Impuesto al Valor Agregado (IVA) de hasta 28,6%, la más alta a nivel mundial. La medida, impulsada por la administración de Luiz Inácio Lula da Silva, generó críticas por su impacto en una economía que enfrenta una profunda crisis derivada de un déficit fiscal histórico.
Aprobada en una sesión que tuvo lugar en días recientes, la reforma promete una simplificación del complejo sistema tributario brasileño y una reducción de la evasión fiscal, según el gobierno. Sin embargo, analistas y opositores advirtieron sobre las graves consecuencias que este incremento podría tener para los consumidores y las pequeñas empresas.
Así, el déficit fiscal de Brasil, considerado el principal motor de esta reforma, ha alcanzado niveles récord, colocando a la economía al borde del colapso. No obstante, sectores críticos del gobierno cuestionan la decisión de elevar los impuestos en lugar de ajustar el gasto público, como lo han hecho países vecinos como Argentina y Perú. "Esta política prioriza perjudicar a los contribuyentes en lugar de aplicar medidas de equilibrio fiscal", señalaron legisladores opositores durante el debate.
La tasa inicial aprobada por la Cámara de Senadores era de 27,97%, pero modificaciones y excepciones incluidas en la redacción final elevaron la cifra al menos hasta el 28,6%, según estimaciones preliminares del Ministerio de Hacienda.
Esta iniciativa altera completamente el modelo tributario adoptado por Brasil en la década de 1960. Bajo la premisa de "simplificar el sistema", el IVA cobrado a nivel federal se unifica con otros tributos que son recaudados sobre el consumo.
Al pasar a la órbita nacional, el IVA y una parte de la recaudación será distribuida a las regiones y los municipios mediante un fondo especial. De acuerdo al Ministerio de Hacienda, la iniciativa puede impulsar un crecimiento adicional ya que argumenta que se reducirán los costos para las empresas.
Con polémicas, la reforma fiscal en Brasil aún deberá superar una segunda votación antes de su implementación total, mientras crece la preocupación por su impacto en una economía ya debilitada por el el déficit fiscal.