Foto: UNAM
Como en muchos otros aspectos de la vida humana, la actual pandemia de coronavirus traerá cambios importantes al funcionamiento de las universidades a lo largo del mundo. Diversas instituciones educativas han incluido en su respuesta a esta realidad disminuciones en las cuotas de sus matrículas, así como la suspensión de sus actividades presenciales, mientras algunos sectores universitarios se enfrentan a los dificultades de las clases en línea.
Algunas universidades de los Estado Unidos han recorrido su fecha de recepción de aplicaciones finales de los interesados en estudiar en sus instituciones para después del ya tradicional primero de mayo. La Universidad Estatal de Oregón, por ejemplo, movió su fecha límite al primero de junio de 2020.
Otra modificación que han sufrido las universidades en su proceso de admisión ha sido el cambio de las visitas presenciales a sus instalaciones por recorridos virtuales. Tal es el caso de la Universidad Cristiana de Texas, quien ha habilitado un sitio web con videos de recorridos al campus. Actualmente, cuentan también con este servicio la Universidad de Harvard, Stanford y, en México, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Universidad La Salle, entre otras.
De acuerdo al sitio web de ranking universitario Top Universities, con el cambio de las actividades universitarias del modo presencial a en línea, así como con el final adelantado del ciclo escolar en algunos casos, se ha abierto la discusión sobre la reducción el precio de las matrículas universitarias; el sitio lista 82 instituciones alrededor del mundo que han aplicado dicha medida. Entre ellas se encuentran la Escuela Politécnica Federal de Zurich, en Suiza, la Universidad de Newcastle, en Reino Unido, y la Universidad de Rochester, en Estados Unidos.
Un impacto importante se espera respecto a los estudiantes extranjeros que acudan a las universidades. Según información recolectada por Top Universities sobre los procesos de admisión de distintas instituciones educativas en la realidad post coronavirus, el Instituto de Tecnología de California continuará recibiendo estudiantes extranjeros, aunque a su llegada inicial a la universidad deberán someterse ellos mismos a una cuarentena, según los lineamientos aplicables a todos los viajeros internacionales. La Universidad Johns Hopkins, por otro lado, ha suspendido todos los nuevos intercambios internacionales.
En respuesta a las afectaciones a la salud mental que la pandemia de Covid-19 puede ocasionar a sus alumnos, las instituciones universitarias también han abierto o reforzado sus centros de contacto o "call centers" existentes para brindar asistencia psicológica a la comunidad durante la cuarentena, como es el caso de la UNAM y la Universidad Complutense de Madrid.
Sin embargo, el mayor cambio comenzó desde el inicio de la cuarentena en los países, con la implementación de clases virtuales en las distintas instituciones educativas, no sólo universitarias, lo que ha presentado un reto a alumnos e instituciones, quienes debieron implementar esta modalidad rápidamente.
Algunos de los problemas que enfrentan los universitarios en México en este nuevo paradigma están relacionados con el manejo del tiempo entre escuela, descanso y, muchas veces, trabajo, así como con la carencia de un espacio adecuado o de la tecnología necesaria para acceder a las clases.
José Antonio García, un alumno y profesor adjunto de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, expresó en redes sociales: "Me he tenido que adaptar a los sonidos de mi casa, donde hay niños chicos, una mascota y varios vecinos al ser una Unidad Habitacional en la periferia de la ciudad. Es muy fácil para los profes decir que tenemos tiempo para todo cuando en realidad no es así".
Daniela Olvera, estudiante de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación de la FCPyS de la UNAM, comentó en exclusiva paraa NotiPress cuando se le preguntó acerca de la asistencia en sus grupos de clases virtuales: "Muchos se dieron de baja. Algunos por cuestiones económicas y emocionales. Alguien se dió de baja porque los ingresos familiares dependían de ventas que fueron afectadas por el coronavirus, entonces no podía garantizar que pudieran pagar el internet en su casa". La estudiante opina, las distintas realidades socioeconómicas y emocionales de los estudiantes deben ser consideradas por las universidades al implementar los cambios requeridos en la nueva realidad tras el Covid-19.
DESCARGA LA NOTA SÍGUENOS EN GOOGLE NEWS