Foto: Anastasia Taioglou en Unsplash
Autoridades de China en materia nuclear anunciaron el comienzo de la construcción de diferentes plantas capaz de extraer uranio del océano. Con esta medida, las reservas chinas de uranio en las plantas nucleares se robustecerán para dar energía al país, sin necesidad de importar desde otros países.
Desde 2019, la Corporación Nuclear Nacional de China (CNNC) anunció la creación de la Alianza China de Innovación Tecnológica de Extracción de Uranio del Océano. La alianza reunió a más de 20 diferentes universidades y centros de investigación para llevar la tarea de investigar sobre esta tecnología. Esto debido a estimaciones de la presencia de 4.5 mil millones de toneladas en mares y océanos, aproximadamente mil veces más que lo disponible en tierra.
Ahora, la planificación y diseño de la tecnología y sus facilidades comenzarán en 2026, de acuerdo a lo dicho por la CNNC y la Academia China de Ingeniería Física, líder principal del proyecto. Mediante este método, las reservas existentes del gigante asiático de 170 mil toneladas, menores a las de Francia, podrían satisfacer la demanda de 35 mil toneladas al año para 2035.
"La industria nuclear es una industria estratégica de alta tecnología, una piedra angular importante de la seguridad nacional. Los recursos de uranio juegan un papel importante en el apoyo al sistema del ciclo del combustible nuclear", declaró Cao Shudong, gerente general de la CNNC.
Hoy en día, el 70% del suministro de uranio proviene de minas en Occidente, las más grandes de Canadá y Australia. Por las tensiones políticas entre Estados Unidos y otros países de oeste, el país necesitaba acelerar la extracción propia y no depender de una cadena de suministro frágil.
Si bien diversos estudios admiten la efectividad del método, como aquellos realizados por la Universidad de Tsingua y la Academia China de Ciencias, no es una acción sencilla. Así lo mencionó en una entrevista para la revista China Nuclear Industry, Que Weimin, secretario general de la alianza, pues aún quedan desafíos tecnológicos por superar.
La cantidad de uranio presente en mares y océanos es mayor a la cantidad en tierra, pero es difícil extraerla y está dispersa en miles de toneladas de agua. El uranio está unido a las partículas de oxígeno y carbono en un enlace estable que vuelve aún más dificultosa su extracción. Esto afecta el precio de la tecnología, excepcionalmente alto, pues extraer un kilogramo de uranio costaría mil dólares, 10 veces más su costo en tierra.
Como parte de los planes de China para ser libre de carbono en 2060, las energías verdes como la solar o eólica no bastan para las reformas económicas, tecnológicas y sociales del país. El gigante asiático espera desarrollar la tecnología a pesar del costo y comenzar a extraer uranio del océano en al menos 10 años.
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