Ciudad de México,
Francisco Vicario
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
El ministro chino de Asuntos Exteriores, Wang Yi, expresó su firme rechazo a los recientes aranceles impuestos por Estados Unidos, calificándolos de "ejemplo clásico de intimidación". Este 15 de mayo, tras una reunión en Pekín con su homólogo paquistaní, Ishaq Dar, Wang declaró a la prensa que estas medidas reflejan una pérdida de cordura por parte de algunos sectores en Estados Unidos que buscan mantener su hegemonía de manera unilateral.
En sus declaraciones, transmitidas por la televisión estatal china, Wang hizo un llamamiento a la comunidad internacional para condenar los aranceles, especialmente en un momento crucial para la recuperación económica global. "La comunidad mundial debería decir a Estados Unidos que deje de crear nuevos problemas", enfatizó el ministro, indicando las posibles repercusiones negativas de estas medidas en la estabilidad económica mundial.
Esta situación surge como respuesta a la decisión del presidente Joe Biden de incrementar los aranceles sobre las importaciones procedentes de China. Los productos afectados incluyen semiconductores, células solares y minerales críticos, con tasas que varían desde el 25% para baterías hasta el 100% para vehículos eléctricos. Esta política es una continuación y revisión de las subidas arancelarias implementadas por el expresidente Donald Trump, las cuales no han sido revocadas.
Ante esta escalada, el Ministerio de Comercio de China respondió con vehemencia, prometiendo tomar "medidas decididas para salvaguardar sus propios derechos e intereses". Este intercambio de medidas y declaraciones marca un nuevo capítulo en las ya tensas relaciones comerciales entre las dos mayores economías del mundo.
La crítica de Wang Yi y la reacción de Pekín evidencian una creciente frustración con las políticas comerciales de Washington, lo que podría llevar a un aumento en las tensiones bilaterales. El impacto de estos aranceles afecta a las relaciones entre China y Estados Unidos y también plantea preocupaciones sobre el futuro de la cooperación y estabilidad económica global.