
Foto: Unsplash
Horacio Castellanos Moya, escritor salvadoreño radicado en Estados Unidos, aseguró en entrevista con BBC Mundo cómo la violencia en El Salvador persiste bajo distintos formatos. Estas declaraciones se dieron durante el festival Centroamérica Cuenta, realizado en Guatemala del 19 al 24 de mayo de 2025.
Durante su intervención, Castellanos Moya explicó cómo la violencia, lejos de haber desaparecido con la firma de los Acuerdos de Paz en 1992, se transformó en nuevos mecanismos de control y represión. Señaló que "toda la violencia de la guerra civil se recicló en las pandillas", evidenciando un patrón de continuidad histórica en el uso de la fuerza dentro del país.
El escritor recordó su juventud en la cual vivió la escalada de polarización política en la década de los setenta. En ese entonces, según relató, el régimen militar no aceptaba derrotas electorales, lo cual llevó a una represión sistemática. Al limitarse las vías democráticas, sectores de la población optaron por organizarse armadamente. Así, surgió una guerra civil de diez años, cuyo desenlace no representó una ruptura con la violencia, sino su reconfiguración.
Posteriormente, tras la firma de la paz, emergió el fenómeno de las maras. En palabras de Castellanos Moya, este fenómeno fue consecuencia de la falta de inversión social y del retorno de delincuentes deportados desde Estados Unidos. Esa combinación creó un entorno propicio para el crecimiento de las estructuras criminales juveniles.
Según el autor, en la actualidad, la violencia se encuentra contenida en las cárceles, pero continúa presente. Destacó que "a la violencia la han metido en las cárceles", aunque también mencionó la presencia en las calles. Indicó que, bajo el actual régimen, militares y policías ejercen represión contra quienes manifiestan oposición política, aprovechando el estado de emergencia.
Citó un ciclo de transformación de la violencia: "De un régimen militar que reprimió políticamente a la izquierda, pasó luego a la guerra civil de los 80, enseguida a las maras, y ahora de nuevo a un régimen con un líder político civil que utiliza al ejército como instrumento de represión". En este recorrido, resaltó la participación activa del ejército, incluso en la más reciente política de seguridad la cual busca eliminar las pandillas.
De acuerdo con Castellanos Moya, el ejército fue el encargado de neutralizar a las maras, más allá del rol de la policía. "Se le dio al ejército la luz verde para acabar con esa lacra social", señaló, subrayando la continuidad del uso de la fuerza armada en distintas etapas históricas.
A pesar de la disminución de la presencia de pandillas en las calles, el escritor cuestionó el costo que implicó esta estrategia. Afirmó que la población ha estado dispuesta a aceptar la ausencia de una democracia liberal a cambio de seguridad. Esa relación, según expuso, encierra un dilema persistente entre orden y libertades.
Finalizó indicando cómo la situación actual refleja una constante histórica: la violencia en El Salvador no desapareció del panorama nacional. Simplemente cambió de rostro, adaptándose a los actores y contextos de cada momento.
DESCARGA LA NOTA SÍGUENOS EN GOOGLE NEWS