Foto: X @WhiteHouse
El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca tiene expectante a todo el mundo por los ambiciosos planes que el nuevo presidente tiene en materia internacional. Sus promesas han abarcado una basta cantidad de países, entre ellos, los que se encuentran sumergidos en conflictos bélicos como lo es Ucrania con Rusia e Israel con Gaza. El primer espacio para debatir sobre la era Trump se dio un día después durante la conferencia del Foro Económico Mundial en Davos 2025. Con la participación de expertos globales, el enfoque se centró en la situación en Ucrania, las dinámicas con Rusia y el complejo escenario de Medio Oriente.
Desde su regreso al poder, Trump prometió resolver conflictos globales con estrategias que reflejan su estilo de negociación directo. Si bien el procedimiento aún está por verse, en el panel de discusión se destacó la urgencia de alcanzar un acuerdo de paz en Ucrania. "Si intentas tomar a Trump en serio y te tomas el tiempo para observar sus payasadas y observar los mítines, mirar los tweets y leer entre líneas, puedes obtener algunas pistas bastante buenas sobre lo que es probable que suceda. Así que yo predeciría que dentro de seis meses la guerra de Ucrania terminará", afirmó Graham Allison, profesor de Harvard Kennedy School of Government. Sin embargo, las declaraciones sugieren que la estrategia podría implicar presiones significativas sobre Ucrania para aceptar acuerdos en condiciones desfavorables.
Uno de los objetos de debate fue el vínculo entre Trump y Vladimir Putin. "Indudablemente, ha habido conversaciones entre ambos, lo que podría indicar un entendimiento previo", agregó Allison. Este tipo de acercamientos genera inquietud entre quienes temen que pueda favorecer intereses rusos en detrimento de Ucrania.
En cuanto a Medio Oriente, se destacó que, aunque la región experimentó cambios estratégicos recientes como el cese al fuego entre Israel y Hamas, los expertos dudan que estos avances garanticen una paz duradera. Medio Oriente continúa siendo un espacio de tensiones históricas, aseguraron varios interventores, y aunque Trump podría consolidar ciertos acuerdos, la estabilidad regional sigue siendo una meta lejana, coincidieron.
"Lo que hemos visto es que Israel se las arregló con mucha ayuda de la administración Biden. (…) pero se preparó para infligir una serie extraordinaria de derrotas a Irán y sus representantes, lo que ha cambiado el Medio Oriente en el sentido de que Irán hoy no es la potencia que era hace un año. (…) Pero, ¿pensamos que el desafío iraní fue el único factor que desestabilizó Medio Oriente? ¿Y ahora que ese factor se ha reducido todo seguirá pacíficamente?", se preguntó Walter Mead, miembro distinguido en estrategia y habilidad política en Hudson Institute.
Dentro de este contexto, no se puede dejar de lado el papel de China, cuya relación con Estados Unidos podría enfrentar nuevas tensiones. Mientras algunos confían en una posible negociación comercial, otros señalan el enfoque de la administración Trump, marcado por políticas proteccionistas y desacoplamiento económico. "Creo que en los próximos meses nos dirigimos a un cambio dramático en la relación entre Estados Unidos y China. Ésa es la cuestión de la política exterior a la que yo diría que debemos prestar atención", indicó Ian Bremmer, presidente y fundador de Eurasia Group.
Los invitados al Foro en Davos subrayaron las complejidades de la nueva dinámica global, en la que Trump desempeña un papel central pero polarizador. A medida que los conflictos persisten y los acuerdos siguen siendo inciertos, el equilibrio de poder internacional enfrenta una transformación que marcará el curso de los próximos años.
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